La constante suba del barril Brent (de referencia para Uruguay), así como el desfasaje entre el precio del petróleo y otros insumos e impuestos y el de los combustibles en Uruguay, ha llevado a que la petrolera estatal ANCAP, esté subvencionando el negocio con 10 millones de dólares mensuales, considerados una “pérdida” desde el punto de vista estrictamente comercial. A este monto se le deben sumar las diferencias en las compras de crudo.