Las incertidumbres sobre la expansión del suministro de petróleo y gas y la fuerte demanda continua continuarán respaldando los altos precios, en el rango de entre 50 y 70 dólares el barril en 2022, según la agencia de calificación crediticia Moody's. Según la agencia, una mejora en los fundamentos del sector a lo largo del año ayudará a refinerías y distribuidores.