La planta de urea y amoniaco (PAU), que demandó una inversión de 953 millones de dólares, fue inaugurada en septiembre de 2017. Según el Informe de Estado de la PAU, emitido el 14 de junio de este año, al que accedió Los Tiempos, hasta fines de 2019 la planta había paralizado sus operaciones 17 veces en un total de 134 días. Sin embargo, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) negó paros durante ese periodo.