Las existencias de petróleo en Estados Unidos retrocedieron 1.528 millones de barriles, a 423.867 millones de barriles, en la semana que terminó el día 3, según el Departamento de Energía (DoE, sus siglas en inglés). Los analistas entrevistados por el Wall Street Journal pronosticaron una caída mayor, de 2,5 millones de barriles.