El gas natural debería ser uno de los habilitadores para lograr una “transición energética justa”. Aunque muchos lo dan por sentado, Colombia puede preciarse de tener una de las matrices eléctricas más limpias del mundo. Gracias al gran peso que tiene la generación hidráulica, 70% de la capacidad instalada del país viene de fuentes renovables, un hecho que envidiaría cualquier otra nación.