Las empresas toman esta medida como una alternativa para cuidar la salud de sus trabajadores y no suspender sus operaciones. Tanto en Bolivia como en el exterior esta práctica ha sido adoptada por distintos sectores; no obstante, requiere de algunas pautas para su éxito
EL DEBER

Tiempo de cuarentena. El mundo se detiene en ciertos aspectos, pero en otros las dinámicas deben ser replanteadas y los negocios exigen creatividad para no cesar sus labores diarias. Es ahí donde entra en juego la práctica del teletrabajo o home office.

Esta dinámica que consiste, según los entendidos, en trabajar de manera remota (desde un lugar alejado de la empresa, en este caso desde la viviendas acatando las medidas del Gobierno de transición) por medio de distintos canales de comunicación, sin utilizar las instalaciones de la compañía.

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