El Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia ha desatado una ola de ataques al segundo oleoducto más importante del país, una demostración de fuerza en medio de conversaciones de paz que está creando un dolor de cabeza para compañías incluyendo Ecopetrol SA y Occidental Petroleum Corp.
Fuente: Economía Hoy
   
Este año se han registrado 17 ataques en el oleoducto de Caño Limón, en el este de Colombia, donde el ELN es muy activo, en comparación con siete ataques registrados en los dos primeros meses del año pasado, según la petrolera estatal Ecopetrol. Eso obliga a algunas compañías a almacenar crudo en tanques, en lugar de transportarlo al puerto caribeño de Coveñas desde donde se envía a los compradores.
 
El bombeo a través de la tubería se ha detenido desde el 15 de febrero, obligando a Ecopetrol a declarar una fuerza mayor en ciertas exportaciones, de acuerdo con las personas familiarizadas con la situación. Los perforadores podrían tener que detener la producción en los campos de la zona si la tubería no se repara pronto y el espacio de almacenamiento se agota, según Humberto Álvarez, del sindicato de trabajadores petroleros USO.
 
Rebeldes del ELN iniciaron conversaciones de paz con el gobierno colombiano el 7 de febrero, siguiendo los pasos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que finalmente alcanzaron un acuerdo de paz a fines de 2016 después de cuatro años de negociaciones turtuosas.
 
El presidente ejecutivo de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, dijo el 24 de febrero que la paz era muy importante para su sector e instó al ELN que deje de bombardear los oleoductos que transportan petróleo a sus connacionales.
 
Ambos grupos rebeldes marxistas nacieron en la década del 60 en medio de una feroz lucha por los derechos a la tierra en la nación andina. El miércoles, las Naciones Unidas comienza su verificación del desarme de las FARC, un proceso que debe terminar el 29 de mayo bajo los términos del acuerdo de paz.