El riesgo de apagón que vivió el país durante 2016 quedó disipado gracias al buen comportamiento en el consumo que han tenido los colombianos durante los últimos meses, pero también gracias al aumento de las lluvias que ha permitido que los embalses para la generación eléctrica vuelvan a sus niveles habituales.
Fuente: La República
   
En efecto, XM, operador del Sistema Interconectado Nacional y administrador del mercado de energía mayorista en el país, reveló que comenzando febrero, el agregado de los embalses en el país se encuentran en 68%, niveles normales para esta época del año.
 
De acuerdo con XM, este nivel está “seis puntos por debajo del nivel reportado al cierre de diciembre de 2016, un comportamiento habitual para esta época del año y más teniendo en cuenta que la generación hidráulica tuvo una alta participación durante el mes que terminó, llegando a 81%”.
 
Al revisar el comportamiento de los embalses en las distintas zonas del país, el agregado más alto lo tuvo la región Caribe, si se tiene en cuenta que el embalse Urra 1, al norte del país, arrojó un nivel de 83%, con unos aportes hídricos que alcanzaron 98% de la medida histórica del primer mes del año.
 
Los embalses de Antioquia fueron los segundos con los mayores niveles hídricos para comenzar el segundo mes del año, con un comportamiento similar al del Caribe, llegando a 82%.
 
El Valle y el oriente del país estuvieron cercanos al 68% y 66% respectivamente, mientras que los embalses del centro registraron un nivel de reservas de 52%, si se tiene en cuenta que en esta zona se han dado menores precipitaciones en los últimos meses.
 
Cabe recordar que gracias a las campañas para reducir el consumo de energía, se logró evitar que el país tuviera que enfrentar un racionamiento energético durante el año pasado, lo que XM reconoció al dar a conocer que durante 2016 la demanda energética no subió, y que por el contrario arrojó un decrecimiento de 0,2%, en contraste con el aumento en el consumo de 4,2% que se evidenció durante 2015.
 
Gracias a esa tendencia, el país cumplió ocho meses consecutivos sin que se viera un incremento en la demanda, dejando a Bogotá como la región donde se dio la mayor caída en la demanda, alcanzando 2,3%; seguida de Santander, donde el consumo cayo 2%.