Los volúmenes de gas que por distintos motivos Bolivia no envió a Brasil serán distribuidos durante 18 meses después de 2019, cuando finalice el contrato de compraventa con el vecino país. Esta situación, según especialistas, implica desventajas para Bolivia, puesto que continuará haciendo los envíos sin percibir ingresos por tratarse de volúmenes que ya fueron pagados.