Un estudio de la Cámara de Comercialización de Energía Eléctrica (CCEE) señaló que se espera que 241 grandes parques solares y eólicos entren en operación comercial en Brasil para enero de 2026, inyectando casi 6.000 MW de potencia al sistema eléctrico. Los datos son de proyectos ya contratados en nuevas subastas de energía realizadas en los últimos años por CCEE y Aneel.
La inversión destinada a la construcción de los proyectos suma R$ 34 mil millones y será aplicada por empresas que apuestan cada vez más por el potencial brasileño de generación renovable. En la evaluación de Rui Altieri, presidente del Consejo de Administración de la CCEE, además de las ganancias ambientales y la generación de empleo, el crecimiento de las fuentes aumenta la confiabilidad del Sistema Interconectado Nacional (SIN).

“La diversificación de la matriz ayuda a reducir nuestra dependencia de la hidrología y los embalses, que siguen siendo nuestros principales recursos energéticos, asegurando mayor comodidad para enfrentar los impactos en tiempos de cambio climático”, explica.

La mayoría de los activos operarán en el Nordeste, en los estados de Rio Grande do Norte, Bahía, Piauí y Paraíba, donde históricamente la incidencia solar y la prevalencia de vientos favorables para la producción de energía son mayores. La capacidad instalada de eólica y fotovoltaica pasará de los actuales 27.000 MW a 33.000 MW, estimándose que estas nuevas plantas en conjunto ofrecerán al SIN alrededor de 1.646 MW promedio al año.

La generación eólica es considerada la tercera fuente de energía eléctrica del país, hoy con 813 plantas. El segmento comenzó a surgir en 2005, influenciado por la reducción de los precios de los equipos necesarios y la creación de una industria nacional de palas y torres. El mercado solar es más reciente, con cierta representación a partir de 2015. Hoy existen 187 UFV grandes, responsables de alrededor del 1% del suministro a la red.

Fuente: Agência CanalEnergia