Mientras grandes grupos empresariales en México y el gobierno logran financiarse en el mercado global de deuda con costos cada vez más bajos, Petróleos Mexicanos (Pemex), otrora consentida entre bonistas, ha tenido que apelar a pagar rendimientos casi récord para seducir a los inversionistas.
Fuente: Jornada
   
La divergencia, que se hizo más evidente en recientes colocaciones, no desaparecerá pronto y apunta a presionar aún más los crecientes costos financieros de la empresa, a pesar de un entorno de tasas bajas.
 
La calificación crediticia de Pemex fue rebajada por Fitch en junio pasado. Corre el riesgo de perder su grado de inversión si otra agencia hace lo propio.
 
Con ese apremio, la mayor empresa mexicana colocó en septiembre bonos en dólares a 10 años con rendimiento al vencimiento (YTM, por sus sigla en inglés) de 6.85 por ciento, cerca del récord para ese plazo de 6.9 establecido en 2016, en medio de un ciclo alcista de tasas.
 
Dos semanas antes de esa colocación las también mexicanas Industrias Peñoles, una de las mayores productoras de oro en América Latina, colocó al mismo plazo con un YTM de 4.17 por ciento, y la petroquímica Alpek lo hizo a 4.29. Antes, en abril, América Móvil lanzó bonos al mismo plazo a 3.71.
 
El costo de financiamiento (de Pemex) no está alineado con otras referencias de esa misma calificación, dijo Luis Manuel Martínez, analista de S&P Global.
 
Con esta última emisión está claro que el mercado le está pidiendo una prima de riesgo más alta que se refleja en una tasa de interés o en un cupón mayor, agregó. Sólo hace unos meses la deuda financiera de Pemex rozaba 106 mil millones de dólares, lo cual la hace la petrolera más endeudada del mundo.
 
En los primeros nueve meses de 2019 el pago de intereses de la deuda de Pemex aumentó 22 por ciento interanual, para totalizar 5 mil 228 millones de dólares.
 
La petrolera usualmente ofrece una buena prima para los inversionistas y la paga para asegurar que sus colocaciones sean exitosas, expresó Roger Horn, estratega de mercados emergentes de la firma de inversión SMBC Nikko.
 
“La empresa productiva del Estado querrá acudir al mercado nuevamente el siguiente año y los inversionistas dirán ‘compré este bono el año pasado y le fue bien, lo voy a comprar de nuevo’”, agregó.
 
La compañía ha insistido en que no aumentará su endeudamiento neto y que quiere bajar el saldo de sus pasivos.
 
Es importante señalar que Pemex ha refinanciado este año unos 28 mil millones de dólares en diversos pasivos y renovación de líneas de crédito bancario.