Para el macrismo, no habrá marcha atrás en el congelamiento de naftas. 
Fuente: Ambito
  
Sólo está dispuesto a discutir compensaciones futuras. Los privados e YPF, divididos en cuatro grupos. Gobierno reúne a las petroleras, pero sin negociar sobreprecios El Gobierno recibirá mañana a los principales conductores de las petroleras afectadas por la decisión oficial de aplicar el congelamiento en los precios de las naftas y, eventualmente, la ley de abastecimiento. La convocatoria fue hecha el viernes pasado, tras la fijación de precios establecida por el Poder Ejecutivo para los próximos 90 días, en el marco del paquete de medidas adoptado tras las Paso.
 
La reunión será cerca del mediodía, y estará encabezada por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; por Hernán Lacunza, que para esa jornada ya serán formalizados en sus cargos de ministro de Economía; y el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui. La intención oficial es buscar algún tipo de consenso sobre el congelamiento, negociando eventualmente algún tipo de compensación futura. La posición oficial será igualmente, no aceptar ningún tipo de incremento en los combustibles a partir de una realidad innegable: la inflación de agosto y septiembre se acelerará, y un alza en los precios de las naftas sólo potenciará el incremento. Según la tesis de siempre del Gobierno, cada cinco puntos de incrementos en los combustibles, implica un punto extra de inflación.
 
Según la visión del oficialismo, las compañías petroleras acudirían a la reunión con posiciones divididas y se podrían dividir en cuatro grupos. En primer término, las empresas que cuentan con una actividad integrada entre extracción, refinación y comercialización. Otro lote de empresas que sólo se dedican a la extracción pero que desarrollan en el país su actividad desde hace muchos años, y que cuentan con enorme capacidad financiera respaldada por sus casas matrices. Un tercer grupo, aunque de menor representación, que sólo refinan y en algunos casos comercializan. Y finalmente, un cuatro grupo, liderado por los nuevos jugadores del mercado, pequeñas compañías surgidas al amparo del negocio en el megayacimiento de Vaca Muerta y que no cuentan con gran espalda financiera.
 
En el primer nucleamiento -donde se anota la estatal YPF y la local Axion- 90 días no es un plazo que pueda importar un daño sobre los balances de las compañías. Expertos consultados por Télam sostienen que “lo que se pierde de ingresos por la extracción se puede compensar con los ingresos por refino y comercialización. De hecho, hay una mayor venta de combustibles en los últimos meses”. En el segundo bloque minimizan el congelamiento porque consideran que “se puede ir a un ritmo menor y se puede aprovechar para hacer paradas técnicas”. Los expertos estiman que para estas compañías, con gran respaldo financiero, “la exploración y la producción de crudo es un negocio de largo plazo, son años hasta que un yacimiento adquiere escala de producción por lo cual 90 días no es nada”. Para las empresas que se dedican a refinar y/o comercializar, el congelamiento les otorga estabilidad de precios y una mejora en la planificación del negocio.
 
Por último, los nuevos jugadores que surgieron con el “boom” Vaca Muerta son los menos favorecidos, porque según los analistas del mercado “son compañías nuevas que no están aun asentadas en el negocio, que no tienen mucha experiencia en el mercado, no cuentan con espalda financiera y apalan-caron su negocio con fuerte endeudamiento. Está claro que no estén conformes porque su flujo de caja depende del valor boca de pozo y este estará congelado”.
 
Según estos expertos y los analistas, “el ritmo de mayor o menor actividad hidrocarburífera dependerá de las variaciones que tenga el precio internacional del petróleo y los costos de producción. Al mismo tiempo, los costos de producción locales se verán afectados por las dinámica del tipo de cambio y la tasa de inflación mientras dure el congelamiento de precios”.