De enero a mayo de este año, el país importó prendas de vestir por $us 17 millones y solo exportó $us 2 millones. Confeccionistas ven que la diferencia cambiaria con Argentina y Brasil abrió una veta de negocio formal e informal.
EL DEBER

En el contexto del comercio internacional de productos textiles manufacturados, Bolivia pasó de ser un país exportador a ser un importador nato de prendas de vestir. Según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), con datos del INE, las compras superaron las ventas desde 2011 cuando se registró el primer déficit comercial del sector, abultándose la brecha en los últimos nueve años.

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