Cuando Andy Scott fue atropellado por un taxi que le quebró las dos piernas y todos los dedos, ese era el menor de sus problemas.
BBC Mundo

"El accidente fue mi culpa", reconoce Scott, un exitoso empresario británico, "Iba cruzando una calle en Washington D.C. temprano en la mañana, mirando correos en mi teléfono", cuenta. "No estaba prestando ninguna atención, cuando un taxi me lanzó a su techo".

Lea la noticia>