Para empeorar las cosas, el anuncio en agosto del presidente Nicolás Maduro de que acabará con el monumental -y para muchos insostenible- subsidio a las gasolinas y que subirá los precios, disparó la demanda de la gente por combustible.
VOA NOTICIAS

Las habituales filas largas en las calles de Caracas y otras ciudades de Venezuela ya no son sólo para conseguir alimentos o medicinas: desde hace un tiempo la gente se forma para comprar gasolina en el país con las mayores reservas de crudo del mundo. Para llenar el tanque de 40 litros de su Chevrolet Aveo gris, Verónica Pérez hizo cuatro horas de fila hace unos meses en Valencia, una ciudad a 150 kilómetros de la capital que alguna vez fue un floreciente polo industrial.

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