La industria petrolera se prepara para que 2018 sea el año de base para la recuperación. 
Fuente: Río Negro 
 
Si bien el año pasado las inversiones mostraron una leve suba al pasar de aproximadamente u$s 3.200 millones a unos u$s 3.400 millones, la suerte de los equipos de perforación no fue la misma. Sin embargo esa película parece haber cambiado ya en los primeros meses del año en marcha. La cantidad de torres activas para perforación subió de 32 a 37 unidades en un corto tiempo. Queda lejos de los año del boom en Vaca Muerta cuando los equipos sumaban 43 (2013), 60 (2014) o 53 (2015). Por aquellos años sólo Loma Campana, el desarrollo estrella de YPF y Chevron, acumulaba 20 taladros.

El número actual, confirmado por fuentes del ministerio de Energía de Neuquén, significa una recuperación y, si bien dista de lo que se conoció en el pasado inmediato, alcanza para triplicar los datos que se manejaban hasta 2009. Unos de los principales factores que impulsaron la incipiente reactivación pasa por el bloque Fortín de Piedra que opera Tecpetrol. La petrolera de Techint tiene funcionando seis equipos de perforación con los que buscará realizar un hito para los no convencionales: llevar la producción en un año de casi cero a 10 millones de metros cúbicos diarios. La petrolera nacional es la que mayor actividad mantiene actualmente con 18 torres. Incluso recientemente anunció que sumará otras dos en un proyecto gasífero que destrabó en Loma La Lata. También anotan actividad otras operadoras como PAE, Shell, Exxon, Pluspetrol, Whintershall y Chevron. Pese al repunte llevará tiempo recuperarse del desplome de los años precedentes.

Sólo YPF dio de baja 10 equipos de perforación a fines de 2016. Esa decisión fue el quiebre entre un período de bonanzas y la crisis que llegó meses después alentada por la caída del precio internacional del crudo y, posteriormente, la eliminación del Barril Criollo. Además de las condiciones internacionales, los desarrollos no convencionales coparon casi por completo la actividad en la provincia. Esta modalidad necesita de menos cantidad de perforaciones por contar con ramas laterales más largas.