Excelentísimo Señor Vicepresidente del Estado, Alvaro García Linera, Señor Ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sanchez, Señor Secretario General del Consejo Mundial de Energía, Christoph Frei, Señor Presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, Ronald Nostas. Distinguidas autoridades nacionales, departamentales, y municipales. Distinguidos Embajadores y señores cónsules, asistentes todos.
 
En 2008 cuando comenzábamos la aventura de organizar este congreso, lo hacíamos tratando de encontrar un horizonte certero para los grandes cambios que estaban ocurriendo, por un lado la Nacionalización y el cambio de la ley de hidrocarburos, por su parte, a nivel internacional con la enorme incertidumbre por el estallido de la crisis financiera de repercusiones globales.
 
En una coincidencia favorable para la industria, un mes antes, el 7 de julio del 2008, el precio del barril de crudo WTI llegaba al más alto de su historia, superando los 145 dólares por barril, hecho que acompañaba un ciclo ascendente que comenzó el 2006.
 
Como sabemos, esta industria de ciclos impredecibles, vivió durante los siguientes ocho años uno de los períodos de mayor expansión económica y desarrollo tecnológico.
 
Esos factores fueron detonantes para la incursión de los hidrocarburos no convencionales (shale gas, shale oil y offshore) cuyas innovaciones han permitido, aún ahora en precios bajos, continuar produciendo en la mayoría de estos campos.
 
Esta nueva realidad provocó por ejemplo que países como los Estados Unidos pasarán de producir 4 a 10 millones de barriles diarios de petróleo, equivalentes al 10% de la oferta mundial, situación que reconfiguró el escenario petrolero mundial afectando el protagonismo de la OPEP.
 
En el ámbito nacional, la última década también mostró hechos importantes que delimitaron el accionar de los sectores de hidrocarburos y energía, bajo el protagonismo del Estado y los proyectos impulsados en gran parte con los ingresos generados por la renta petrolera, la más alta de la historia del país.
 
En ese marco, fuimos testigos de la construcción de grandes plantas de separación, de procesamiento e industrialización, al mismo tiempo pasamos de producir 40 a 60 millones de metros cúbicos diarios de gas natural, volvimos a exportar GLP e impulsamos el acceso al gas vehicular y domiciliario, no solo a través de redes sino también con GNL, en cuyos propósitos estuvo presente el aporte del sector empresarial.
 
Pero como lo cíclico es parte del ADN de esta industria, esto movió una vez más el péndulo de los precios y hoy nos toca asumir un nuevo período en la industria energética local y mundial, con un precio en alrededor de 50 dólares y con cotizaciones para nuestro gas que se redujeron en más del 60% en un período de tres años.
 
Este ajuste nos derivó a conceptos como reingeniería, fusiones y adquisiciones, optimización de costos, priorización de portafolios de inversión, reestructuración de empresas son parte del nuevo paisaje de la industria para ganar mayor eficiencia y así poder reducir sus costos.
 
Por su parte, muchos países han optado por mecanismos para incentivar y atraer nuevas inversiones de riesgo para ampliar sus mercados y mantener su competitividad, entre los receptores de capital.
 
En medio de estos vaivenes, el Congreso ha buscado promover un espacio de discusión entre todos los actores, autoridades y empresas, ejecutivos y especialistas, prensa y universidades, buscando soluciones, compartiendo experiencias, conociendo tendencias y por supuesto apoyando en la toma de mejores decisiones.
 
En esta realidad tan dinámica, el futuro que nos depara este sector presenta muchas oportunidades pero al mismo tiempo tareas desafiadoras, como asegurar la continuidad de los mercados de gas, explorar intensivamente para reponer reservas, encontrar nuevos recursos y promover su desarrollo, mantener la competitividad de nuestro gas natural en la región y, por otro lado, sostener el protagonismo vigoroso del sector energético en la economía nacional.
 
Estamos de acuerdo en que la actual coyuntura de la industria exige de las empresas un riguroso control de los costos y de las inversiones, además de la aplicación de criterios de optimización y eficiencia. Las empresas de nuestro sector desde el inicio del nuevo escenario mundial de precios, ya vienen ejecutando programas de optimización y ahorro de costos. Prueba de esto es que en este congreso, hoy por la mañana ya se presentaron varias experiencias exitosas relacionadas al tema.
 
Sin embargo, la semana pasada la emisión de dos decretos, relativos a la gestión de los contratos de servicios de operación, han puesto en evidencia legal estos contratos generando una gran inquietud sobre la seguridad jurídica que tiene relación directa con nuestras inversiones.
 
Es importante resaltar que el sector privado acompaña el desarrollo energético nacional aportando notablemente a los objetivos trazados por el estado y bajo el liderazgo del Ministerio de Hidrocarburos, a través de ocho proyectos prioritarios que se encaran de manera conjunta.
 
Desde nuestra perspectiva, este hecho afectará la ejecución de inversiones futuras en el sector, las cuales como se conoce son imprescindibles para cumplir con los compromisos que tiene el país.
 
Comprometidos como siempre con nuestro país, Sr. Vicepresidente, Sr Ministro les solicitamos un espacio de discusión para superar esta dificultad.
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Este evento, con miradas diversas y perspectivas contrapuestas pero constructivas, una vez más, es una demostración del compromiso con el futuro del país.
 
Señor vicepresidente, señor ministro, estimadas autoridades…
 
Todo ello tiene que ver con cómo y cuánto hacemos para garantizar la energía para las próximas generaciones.
 
Es por eso que el tema principal de este congreso desafía la idea de encontrar las formas adecuadas de cómo ENERGIZAR EL FUTURO y cómo las tendencias de la industria pueden viabilizar los proyectos energéticos que el país, la región y el mundo necesitan.
 
En esto cabe destacar que el país también ha emprendido proyectos para impulsar la generación a través de las energías renovables.
 
Desde 2008 hasta 2017, con el apoyo de importantes instituciones como el Ministerio de Hidrocarburos, el Consejo Mundial de Energía y la siempre bienvenida presencia del señor Vicepresidente, hemos organizado estos 10 Congresos buscando ser el termómetro de una realidad cambiante en un mundo ávido por energía.
 
En esta versión, de la cual ya hemos transitado su primera jornada, hemos encontrado nuevas luces que nos permitirán encarar esta realidad cambiante junto con la visión y presencia del Estado boliviano, cuyos planes son esenciales para el futuro de este sector y del país.
 
La Expo Bolivia Gas & Energía es un espacio en la cual nuestras empresas muestran sus productos y servicios. También da la oportunidad de presentarse a nuevos actores. En la idea de innovación permanente hemos incluido en esta versión el Encuentro de Negocios, un espacio de interacción comercial quienes contratan y las empresas proveedoras.
 
Para eso estamos acá, para ser proactivos con la historia y con el futuro en un mundo en el que la tecnología es cada vez más protagonista de los grandes cambios, por lo tanto energicemos el futuro desde Bolivia.
 
Quiero agradecer la presencia ya tradicional y grata del señor vicepresidente, Alvaro García, el invaluable apoyo del señor ministro de hidrocarburos, Luis Alberto Sanchez  y la visita que hace por segunda vez la principal autoridad ejecutiva mundial del Consejo Mundial de Energía, Crhistoph Frei,  y de todos quienes hacen posible este gran evento.
 
 
….Muchas gracias