Elon Musk entrega las primeras unidades con el que Silicon Valley quiere cambiar el mundo del motor.

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El Model 3 no es solo un coche eléctrico. Es la última pieza del engranaje de Elon Musk para hacer que su ecosistema de energía eléctrica limpia en carreteras y hogares comience a ser una realidad. Si todo va como anhela, el Model 3 revolucionará la industria del motor como el iPhone lo hizo con la de la telefonía. “Es un coche alucinante. Lo he probado”, dice Musk, el visionario del siglo XXI, el perfil más admirado en Silicon Valley, solo al nivel de Steve Jobs. “Tiene más de 10.000 piezas. Primero nos subestimaron y luego nos sobrevaloraron. La realidad: es alta la complejidad y mucha la capacidad de nuestro equipo”, dijo a primera hora de la tarde, antes del acto.

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