Aunque la balanza mejoró en los últimos años, el cambio se debe más a cuestiones coyunturales que a modificaciones estructurales; el papel clave de las fuentes renovables y la fijación de tarifas.
LA NACION

La balanza energética mejoró en los últimos años: mientras en 2014 fugaba más de 7000 millones de dólares al año, en 2015 esa cifra bajó a menos de 5000 millones y en 2016 a cerca de 3000 millones . Desde 2013 hubo una caída importante de las importaciones energéticas que da más oxígeno a la Argentina.
 
No obstante, esta realidad más conveniente que la anterior -no por eso positiva-, está propiciada por la importante baja del precio del petróleo de los últimos años, a lo que se suma el enfriamiento de la actividad industrial. Es decir, en términos futbolísticos, si el precio del petróleo se recupera los próximos años y no damos solución a las causas estructurales que llevaron al país a perder el autoabastecimiento energético, nos vamos al descenso.

Lea la noticia>