Un estudio independiente del sociólogo Ricardo Calla expuso la elevada contaminación del río Beni con mercurio producto de descargas tóxicas de la explotación aurífera en la región • La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que el mercurio llega a las familias a través del consumo de peces, fauna acuática o ribereña
FUENTE: EL DIARIO

El mercurio vertido por la intensa actividad aurífera en el norte de La Paz, en el área de la cuenca alta superior que desemboca en el río Beni, constituye una amenaza letal del proyecto hidroeléctrico del Chepete y El Bala. Esta es la principal conclusión del estudio, “La Amenaza del Mercurio, el proyecto hidroeléctrico del MAS en el Chepete y El Bala”, realizado por el sociólogo y antropólogo Ricardo Calla y que fue presentado el pasado martes en La Paz.

ADVERTENCIA El mercurio es uno de los diez productos o grupos de productos químicos que plantean especiales problemas de salud pública, dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS). “La principal vía de exposición humana es el consumo de pescado y marisco contaminados con metilmercurio, compuesto orgánico presente en esos alimentos”, alertó en su portal la entidad internacional, dependiente de Naciones Unidas.

ACTIVIDAD MINERA El estudio, publicado por la Fundación Pazos Kanki, documentó sobre los graves riesgos que implica la construcción de una megarrepresa del Chepete y la gran represa “de paso” de El Bala, en el área donde la explotación aurífera cooperativista, barranquillera, empresarial privada, mixta y estatal, es la más intensa del país. La central hidroeléctrica Chepete recibirá las aguas del río Beni contenidas y embalsadas por una megarepresa a construirse en el angosto, un paso estrecho por el que fluye la corriente de dicho río, ubicado al este de Apolo, en el norte de La Paz. La otra central hidroeléctrica a levantarse estaría ubicada en el Angosto de El Bala, también en el cauce del río Beni, en plena frontera entre Rurrenabaque, en La Paz, y San Buenaventura, en Beni.

PIE DE MONTE Los dos estrechos se ubican en el piedemonte amazónico en la cuenca alta inferior y de transición del río Beni hacia los llanos donde llega su caudal. “Ambos estrechos son el paso obligado de las aguas de los distintos ríos que conforman la cuenca aluvial de oro de las zonas de Tipuani, Guanay y Mapiri, el área más intensamente explotada por la minería aurífera en el país”, señaló la publicación.

MERCURIO De acuerdo con la información recabada por Calla, el mercurio es el elemento de mayor impacto en el área, por su empleo en la separación del oro de los minerales. Cuando se derrama en el agua –lo que es frecuente en la región aurífera en el norte de La Paz– puede convertirse en metilmercurio (por acción de las bacterias), a través de un proceso de transformaciones que se potencia peligrosamente en las aguas profundas de las lagunas naturales y los embalses creados artificialmente, según el informe proporcionado.

MERCURIO Y SU ELEVADA TOXICIDAD Según los estudios consultados por el autor de la publicación, Ricardo Calla, el metilmercurio es la forma más tóxica en la que se presenta el mercurio, ya que afecta el sistema inmunológico y daña el sistema nervioso. Se pueden presentar daños permanentes en cerebro y riñones e incluso llega a provocar la muerte, particularmente de los bebés aún no nacidos o recién nacidos. Estos aspectos se encuentran citados en el portal de la OMS.

CONSUMIDORES Para Calla, emplazar el megaproyecto hidroeléctrico del MAS en el Chepete y El Bala “amenaza con hacer surgir en la cuenca alta del rio Beni dos gigantes embalses que terminarán convertidos en unos descomunales lagos artificiales envenenados de mercurio, sometiendo a la población del norte de La Paz y del Beni, pero también a la de la ciudades de La Paz y Oruro –donde hoy se consumen diversos pescados provenientes del rio Beni y sus distintas cuencas– a inadmisibles y muy peligrosos riesgos para su salud”.