El ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, señaló ayer que la producción de 1.000 megavatios de energía eléctrica con termoeléctricas genera al menos 13.500.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), por lo que es preferible optar por energía limpia como la generada por hidroeléctricas para contrarrestar el efecto invernadero.
FUENTE: EL MUNDO

“Nosotros generamos alrededor de 1.000 megas (con termoeléctricas) y con eso generamos al ambiente casi 13.500.000 toneladas de CO2, ahora al sustituir con represas hidroeléctricas e hidroenergéticas, nosotros ya no emitiremos CO2, no afectaremos con los gases invernaderos que comprometen a la Madre Tierra”, señaló Sánchez. El funcionario indicó que actualmente el 75% de la generación de energía eléctrica es a través de termoeléctricas, y “ustedes saben que la termoeléctrica es con gas y este gas es una energía de transición, entonces lamentablemente emitimos dióxido de carbono que es el gran problema ambiental en el mundo”. En ese sentido, el ministro dijo que es importante hablar de los beneficios que significan una fuente de energía a bajo costo.

“Aprovechar el agua, es una energía limpia, es eficiente y tiene bajos costos”, apuntó. Indicó que otro aspecto favorable es que viabiliza la utilización de fuentes renovables, es decir, “tener hidroeléctricas va de la mano para crecer en energías eólicas y en energías solares”. “En toda la historia de Bolivia nunca hemos tenido un mega en energía limpia, solar, eólica o geotérmica, hoy tenemos 50 y en 2020 tendremos 500 megas”, expresó el ministro. La autoridad señaló que haciendo una comparación, prescindir de las 13.500.000 toneladas de CO2 significa tener más o menos 42.300 kilómetros cuadrados de bosque tropical.

“Los bosques retienen el dióxido de carbono, nosotros actualmente estamos generando con termoeléctricas y emitimos casi 13.500.000 de toneladas de CO2, entonces al no emitir los más de 13.000.000 de toneladas de CO2, es como que nosotros hubiéramos construido 42.300 kilómetros cuadrados de bosque tropical”, remarcó. No se construirá represa en El Bala El ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, señaló ayer que no se construirá una represa en el angosto de El Bala, que ocasionaría mayor afectación, sino que el proyecto está planificado para hacerse 2,5 kilómetros más abajo, en el caso de El Bala, y 70 kilómetros aguas arriba, en el caso de la represa del Chepete. La autoridad indicó que con esta aseveración rechaza la versión de algunos ecologistas y oenegés.

“El angosto de El Bala, donde está el tema en cuestión, no va haber una represa, el proyecto de El Bala es 2.5 kilómetros aguas abajo del angosto de El Bala”, apuntó la autoridad a BTv. Mientras que la represa para el Chepete, agregó, en el primer estudio de identificación, estará a 70 kilómetros aguas arriba de Rurrenabaque. “Ahí va ser la represa donde la afectación es mínima”, apuntó. Indicó que como Gobierno “son los dos primeros elementos que desmentimos sobre lo que aseveran algunas personas y oenegés”. La autoridad señaló que Chepete y El Bala el año 1958 tenían un embalse de 3.878 kilómetros cuadrados, lo que significaba 18% de afectación a áreas protegidas. Pero con el nuevo estudio preliminar de ENDE, “el embalse ya no es 3.878 kilómetros cuadrados, sino solamente son 773 kilómetros cuadrados y una afectación en áreas protegidas de 0,79%”.

“De los 22.678 kilómetros cuadrados, la afectación solo es 180 kilómetros”, apuntó Sánchez. El ministro explicó que en el lugar de 2,5 kilómetros aguas abajo del angosto de El Bala se construirá una “central de pasada”, es decir, no habrá represa ni formará un lago, y las aguas moverán las turbinas que generarán de 400 a 500 megavatios. Y la represa del Chepete, que estará a 75 kilómetros aguas arriba del angosto de El Bala, generará de 3.400 a 3.500 megas.