Mientras el gas natural sigue consolidándose como el segundo combustible en la matriz energética del país, al registrar una participación del 27 por ciento según la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) en el 2015 y tener una cobertura de 8,2 millones de usuarios, los hogares que usan el servicio sintieron el mayor impacto en sus bolsillos de los últimos años durante ese periodo, debido al aumento de las tarifas finales que pagan.
Fuente: El Tiempo‎‎
   
Dicho incremento fue en promedio cercano al 20 por ciento, casi tres veces la inflación registrada (6,77 por ciento), de acuerdo con el Informe del Sector Gas Natural en Colombia, que analiza las variables del mercado con base en fuentes oficiales y de las mismas compañías.
 
Al mirar las cifras históricas, se evidencia que el repunte en las tarifas del 2015 fue equivalente al 45 por ciento del incremento que tuvieron estas en un periodo más largo, de cuatro años, comprendido entre el 2010 y el 2014. (Lea también: 'Hay que revisar la libertad en las tarifas del gas')
 
Las alzas fueron parejas para todos los estratos, ya que al tomar los datos de 12 empresas distribuidoras, un usuario de estrato uno, que consume al mes 20 metros cúbicos, pasó de pagar una factura mensual de 10.712 pesos en promedio en el 2014, a asumir un costo mensual, por el mismo consumo, de 12.778 pesos.
 
En el caso de los estratos tres y cuatro, la variación promedio en el costo del servicio fue del 20 por ciento en promedio el año pasado, toda vez que para un consumo de los mismos 20 metros cúbicos al mes el recibo mensual pasó de 23.852 pesos a 28.571 pesos, en tanto que para los estratos más altos de la población dicho incremento también fue del 20 por ciento, al pasar el precio de la factura promedio de 28.623 pesos en el 2014 a 34.286 pesos durante el 2015.
 
Puja sectorial
 
Según el informe de Promigás, el componente de suministro (boca de pozo) en la tarifa al usuario residencial final en el interior del país pasó de pesar un 21 por ciento en el 2005 a tener una participación del 38 por ciento en el 2015, mientras en la costa Caribe este mismo factor pesaba un 30 por ciento en el 2005, pero para el año 2015 pasó a representar un 43 por ciento de la tarifa final.
 
Igualmente, el documento señala que mientras en el 2005 en el interior del país el componente de distribución representaba un 43 por ciento de la tarifa, este peso disminuyó considerablemente a un 21 por ciento para el 2015 y, en la costa Atlántica el peso pasó del 39 por ciento en el 2005 un 23 por ciento de la tarifa final el año pasado.
 
Al respecto, la vicepresidenta de Asuntos Económicos de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), Alexandra Hernández, señala que realmente hay que entender que lo que encarece el gas en los hogares, si se mira y se descompone la cadena, son los rubros del transporte y distribución, porque el costo de producción es entre el 30 y el 34 por ciento de la factura, y el resto es el margen de intermediación.
 
Indicó que el año pasado lo que se transó en gas para los hogares fueron volúmenes mínimos, y “realmente la discusión se está desviando para donde no es, justo en el momento en que la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) está analizando las solicitudes de aumento de tarifas de transporte y distribución del servicio”.
 
Y agregó que la pregunta que hay que hacerse es si el precio del gas es caro para los consumidores, por la integración vertical de empresas. “El eje del mal son los productores porque son poquitos, pero nadie mira que en la Costa es un solo agente transportador y distribuidor-comercializador, que hace lo que quiere con el gas, y nadie lo mira”, agregó.
 
Lo anterior porque cuando se expidieron las normas impedían esa llamada integración vertical, este agente ya estaba integrado y se le respetó. “¿Quién protege al consumidor allí?”, preguntó Hernández.
 
Pero el presidente de Promigás, Antonio Celia, explica que la devaluación tuvo un impacto fuerte porque los precios del gas en boca de pozo se contratan en dólares, lo que agregado a los incrementos en el combustible generó incrementos relevantes en la facturación al usuario final y la pérdida de competitividad del gas natural.
 
“El componente precio del gas en la tarifa final a usuario residencial puede pesar entre 40 y 50 por ciento; los demás componentes han perdido peso por la demora en su revisión por parte de la Creg”, señaló.
 
E insistió en que la medida en que el cliente aumenta su consumo, por ejemplo una térmica, que no utiliza redes de distribución ni paga comercialización, el gas puede representar fácilmente un 85 por ciento, lo que evidencia la pérdida de competitividad por su fuerte peso en la factura final al usuario (datos basados en tarifas promedio nacional a diciembre 31 del 2015).
 
El directivo indicó que para el 2017 se prevé una disminución leve en los nuevos contratos de suministro de gas debido a que hay un poco más de oferta disponible que los años anteriores, pero que la mayor parte del mercado está en contratos a largo plazo, los cuales se rigen por una “inconsistente regulación de indexación de precios que muy seguramente generará que sigan subiendo para los contratos de largo plazo”.
 
En el Eje Cafetero se dio el mayor aumento
 
En el 2015 la factura más cara de gas domiciliario se pagó en la zona que atiende la compañía Alcanos, que opera en 128 municipios de Huila, Antioquia, Caldas, Boyacá, Cauca, Tolima, Cundinamarca, Caquetá y Nariño, ya que en promedio un hogar de estrato uno tuvo una tarifa de 15.727 pesos por 20 metros cúbicos, y también tuvo el costo más alto para los estratos 3 y 4 y los estratos 5 y 6 (34.516 pesos y 41.419 pesos respectivamente).
 
Aunque los usuarios de esta firma tuvieron que asumir aumentos del 38 por ciento en el caso del estrato 1 y del 26 por ciento en el resto de estratos; los consumidores del Eje Cafetero, que son atendidos por Efigás, vieron incrementado el costo en sus facturas mensuales del 2015 en 42 por ciento para todos los estratos. Incluso, en el estrato 3 y 4 el valor de un factura mensual fue de 31.244 pesos, hecho que supero el precio que se pagó en el suroccidente, un mercado más lejano, en el que los usuarios de este mismo nivel pagaron en promedio 30.831 pesos.