La próxima vez que salgas a caminar en la noche, dedica un minuto a pensar en la modesta luz de las farolas porque, en realidad, ya no es tan modesta.

Alumbrado inteligente en Glasgow
BBC Mundo

No se trata sólo de que las bombillas sean más eficientes y gasten menos energía cuando se cambian por diodos emisores de luz (LED por sus siglas en inglés o ledes), sino que también ayudan a combatir el crimen, facilitan la vida de los ciclistas e incluso protegen a las tortugas. Y es que el alumbrado público se está convirtiendo en los ojos y los oídos de las ciudades "inteligentes". Los postes de luz hacen las veces de recolectores de datos, comunicándose con un sistema de control central que toma decisiones automatizadas sobre cuándo y por cuánto tiempo permanecen encendidos, y sobre su resplandor. Sus defensores dicen que entre los beneficios se encuentran una mayor seguridad en las calles, más tranquilidad en la carretera y un considerable ahorro energético.

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