El Gobierno de Venezuela ha intensificado sus esfuerzos para aumentar la recaudación tributaria, realizando ajustes en las tarifas de servicios dirigidos a empresas y comercios. Esta medida busca compensar la caída en los ingresos petroleros, una situación que ha generado preocupación entre el empresariado y analistas económicos. Se prevé que estas estrategias impacten negativamente en la ya debilitada actividad privada del país, que enfrenta múltiples desafíos.