Petrobras informó este viernes (17/3) que envió una carta al Ministerio de Minas y Energía (MME) informando que un estudio realizado por la empresa indicó que los proyectos de desinversión en los que ya había contratos firmados (firma) no tienen motivos para ser suspendidos. Los demás proyectos seguirán siendo analizados, también según la empresa.
A principios de mes, el Ministerio de Minas y Energía solicitó a Petrobras suspender, por 90 días, la venta de los activos de la petrolera -incluyendo nuevos procesos de desinversión y, eventualmente, aquellos en curso y no concluidos, siempre que la interrupción de los negocios "no no poner en peligro los intereses insuperables” de la empresa.
Petrobras tiene, hoy, cinco contratos firmados, en espera de la finalización del negocio, para la venta de activos:
la refinería de Lubnor, en Ceará, para Grepar Participações, por US$ 34 millones;
Polo Potiguar (campos terrestres en Rio Grande do Norte), para 3R Petroleum, por US$ 1,38 mil millones;
North Pole Capixaba (campos maduros onshore en Espírito Santo, para Seacrest, por US$ 544 millones;
Polos Golfinho y Camarupim, en el post-sal de la Cuenca de Espírito Santo, para BW Energy, por US$ 75 millones;
Yacimientos Hake, Arabaiana y Dentão, en aguas someras de la Cuenca Potiguar, para Ouro Preto Oil and Gas (hoy 3R), por US$ 1,5 millón.
Además de estos activos, Petrobras tiene otros negocios en curso, en diferentes etapas de madurez.
La lista incluye, entre las desinversiones en fase vinculante:
activos en Colombia, como la distribuidora de combustibles Pecoco y el bloque de exploración Tayrona;
derechos mineros de potasio en la Amazonía;
participación del 34,54% en Metanol do Nordeste (Metanor), en Camaçari (BA);
Petrobras Biocombustible (PBIO);
Gasoducto Transportadora Brasileira Bolivia-Brasil (TBG);
Transportadora Sulbrasileira de Gas (TSB);
participaciones minoritarias en centrales termoeléctricas de petróleo, como Suape II y Brasympe;
campos de petróleo y gas en el Golfo de México;
campos maduros en Bahia, como Polo Bahia Terra, en negociación con el consorcio PetroReconcavo/Eneva;
campos en aguas someras y profundas en Bahía, Ceará y Río de Janeiro;
campo Tartaruga, en aguas someras en la Cuenca Sergipe-Alagoas;
los campos Uruguá y Tambaú, en aguas profundas de la Cuenca de Campos;
Además, hay una serie de negocios menos avanzados, en fase no vinculante:
el 18,8% en UEGA, propietaria de la termoeléctrica a gas Araucária, en Paraná;
Refinería Abreu e Lima (RNEST), en Pernambuco;
Refinería Presidente Getúlio Vargas (Repar), en Paraná;
Refinería Alberto Pasqualini (Refap), en Rio Grande do Sul;
red de fibra óptica terrestre;
y Petrobras Operaciones (POSA), propietaria del 33,6% del campo Río Neuquén, en Argentina.
También hay casos de negocios que fueron interrumpidos en la gestión pasada y no se reanudaron, como la venta de Polo Ucuru (AM), en Amazonas.
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Prates dice que la empresa revisará algunos conceptos
El ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, justificó la solicitud mencionando la reevaluación en curso de la Política Nacional de Energía y la reformulación del Consejo Nacional de Política Energética (CNPE). El CNPE se reúne este viernes.
El nuevo presidente de Petrobras, Jean Paul Prates, afirmó la semana pasada que no se trata de anular o cancelar contratos, sino que el pedido del MME le da a la empresa la oportunidad de revisar algunos conceptos.
Cuestionado por periodistas, el 2 de marzo, si la empresa pretende retirarse de la venta de determinados activos, Prates dijo que la “red se les cayó encima a todos”, pero que “lo que ya se vendió, nadie lo va a revisar”.
Los sindicatos presionan por la interrupción de las ventas
La Federación Única de los Trabajadores del Petróleo (FUP), base de apoyo del gobierno, presiona por la suspensión inmediata de la venta de los activos de Petrobras. En enero, la FUP ya había pedido a los ministros de la Casa Civil, Rui Costa (PT), y de Minas y Energía, negociar con la dirección de la empresa, en ese momento interina, la interrupción de las negociaciones.
Y que se reevalúen los actos preparatorios para la realización de las desinversiones que pretenda la sociedad.
Petroleros quieren suspender de procesos aún en fase vinculante a tratos con contratos ya suscritos, pero que aún no han concluido, entre ellos:
Transportadora Brasileira Gasoduto Bolivia-Brasil (TBG) y Transportadora Sulbrasileira de Gás (TSB), cuyas desinversiones forman parte del plazo de compromiso firmado entre Petrobras y el Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade), en 2019, para la apertura del mercado de gas . Ambas negociaciones se encuentran en etapa vinculante;
Polo Potiguar, un conjunto de campos terrestres y de aguas someras vendido a 3R Petroleum por US$ 1.380 millones;
el Polo Norte Capixaba, vendido a Seacrest, por US$ 544 millones, y también pendiente de terminar;
a Lubnor (CE), vendido a Grepar, por US$ 34 millones, que aún espera la decisión del Tribunal de Cade;
Polo Golfinho y Polo Camarupim, cuyos contratos de venta fueron firmados en 2022 con BW Energy, por un monto de US$ 75 millones;
y Polo Bahia Terra, en negociación con el consorcio PetroReconcavo/Eneva.
Durante los trabajos de transición del gobierno, a finales del año pasado, el entonces senador y actual presidente de Petrobras, Jean Paul Prates, había defendido que la dirección de la petrolera, en ese momento, interrumpiera las desinversiones hasta que asuma el nuevo gobierno.
Sin embargo, consideró que no había forma de que el equipo de transición paralizara los procesos más avanzados. Y ya ha minimizado la capacidad del nuevo gobierno para evitar contratos cerrados.
En el Senado, Prates fue vicepresidente del Frente de Defensa de Petrobras. Es crítico con el programa de enajenación de activos estatales, especialmente las refinerías.
Fuente: epbr