Embrapa Agroenergia, una rama de la Corporación Brasileña de Investigación Agropecuaria, que busca formas de reutilizar la biomasa y los residuos, desarrolló una caña de azúcar genética que permite un mejor uso para la producción de etanol y otros beneficios, sin tener una planta transgénica.
Esto, según la empresa, convierte al producto en la primera caña de azúcar genética no transgénica del mundo, lo que puede dinamizar la economía nacional. Para alcanzar el resultado deseado, Embrapa utilizó una técnica basada en la investigación de edición del genoma que le valió el Premio Nobel de Química en 2020 a las científicas Jennifer A. Doudna y Emmanuelle Charpentier.

Tecnología de Embrapa promete revolucionar la producción de etanol

La tecnología estudiada por los científicos utiliza una enzima que permite cortar el ADN de la caña de azúcar en puntos preestablecidos, modificando solo algunas regiones específicas.

De acuerdo con Hugo Molinari, investigador de Embrapa, la controversia generada por el uso de plantas transgénicas en la agricultura ha llevado a cada país del mundo a crear regulaciones específicas sobre el tema, lo que ha incrementado el costo de colocar variedades genéticamente modificadas en el mercado. como la caña genética.

Molinari destaca que hoy podemos observar el surgimiento de una nueva tecnología que puede mover la economía brasileña, la edición de genomas, con la cual no es necesario insertar secuencias exógenas de otras especies en el genoma de la especie deseada.

Embrapa desarrolló dos tipos de caña genética para la producción de etanol

La investigación y el trabajo de Embrapa generaron dos nuevas plantas, que fueron denominadas Cana Flex I y Flex II. Con los cambios, facilitaron el acceso de las enzimas a los azúcares atrapados en las células, que es donde se almacena la energía, facilitando la fabricación de etanol y también la extracción de otros bioproductos.

En la caña de azúcar Flex I se silenció el gen responsable de la rigidez de la pared celular vegetal, lo que amplió su digestibilidad, es decir, permitió que las enzimas tuvieran mayor acceso durante la etapa en la que se retira la biomasa vegetal.

Cana Flex II, que impulsará la economía con la producción de etanol, se creó cuando se silenció un gen en los tejidos de las plantas, lo que permitió un aumento considerable en la producción de sacarosa.

Entienda por qué CTNBio clasifica la caña de azúcar genética como no transgénica

Al igual que en las dos cañas producidas por Embrapa, solo se realizó el silenciamiento de los genes, que es la anulación de la acción de los mismos en cuestión, sin modificación alguna en el ADN de la planta, la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad ( CTNBio) definió como no transgénicas las nuevas variedades producidas.

Según Embrapa, que produjo las nuevas variedades, Flex II encontró un aumento de aproximadamente 200% en azúcar en las hojas de caña genética, además de un aumento de 15% en sacarosa en el tallo.

Los científicos de la empresa explican que, además de generar bagazo con mayor digestibilidad en la dieta de animales como el ganado bovino, la nueva tecnología puede aumentar la eficiencia en la producción de bioetanol, moviendo aún más la economía brasileña.

Fuente: CPG - Click Petróleo e Gás