Además, la expectativa de una mayor demanda de petróleo en 2023 también ayudó a sostener el aumento de los precios de las materias primas, mientras que la pérdida de aliento de la inflación mayorista en los Estados Unidos también estaba en el radar.
En la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), el crudo WTI para entrega en diciembre cerró con una subida del 1,22% a 86,92 dólares el barril. En la Bolsa Intercontinental (ICE), el barril de petróleo Brent de enero subió 0,77% a US$ 93,86.
La información, según fuentes escuchadas por Associated Press, de que misiles rusos impactaron en Polonia, miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), tuvo un impacto en los precios del petróleo. Los conflictos geopolíticos tienden a respaldar el precio del petróleo, ya que Rusia es un importante productor de la materia prima y ha sufrido sanciones internacionales, incluso en relación con sus exportaciones de petróleo crudo.
Las sanciones europeas, incluidas, deberían afectar al petróleo ruso a partir de diciembre, lo que debería limitar aún más la oferta de petróleo, en un momento en que la demanda podría crecer aún más de lo esperado, según la Agencia Internacional de Energía (AIE). En su informe mensual, la AIE elevó sus previsiones de demanda mundial de petróleo para este año en 170.000 barriles diarios y para 2023 en 130.000 barriles diarios.
Según Phil Flynn, analista senior de mercado de The Price Futures Group, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) advirtió recientemente que el mercado del petróleo enfrenta una incertidumbre considerable. "Y si bien esa es una declaración audaz, la realidad es que, según sus propios datos, el mercado del petróleo está en su nivel más ajustado en más de una década", dice Flynn.
También vale la pena señalar que la caída del dólar frente a las principales monedas este martes también le dio cierto soporte al petróleo, especialmente dado el dato de inflación mayorista en Estados Unidos más débil de lo esperado. Las señales inflacionarias refuerzan la percepción de que la Reserva Federal (Fed) y otros bancos centrales pueden comenzar a reducir el ritmo de ajuste monetario que ha implementado este año.
Fuente: Valor Econômico