Lo que habían alertado especialistas y exautoridades del sector hidrocarburífero se cumplió. Luego de 30 años, Bolivia, desde abril, oficialmente dejó de ser un país exportador de hidrocarburos para ser un país importador. A la fecha, existe un déficit de $us 74,6 millones; es decir, las compras de diésel y gasolina superaron la venta externa de gas. Desde la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) admitieron el problema que atribuyeron a la guerra entre Rusia y Ucrania, conflicto bélico que hizo disparar el precio de los combustibles a escala global.
Fuentes de Yacimientos aseguran que trabajan en un plan para sustituir las importaciones y que, gracias a los buenos precios del gas, el país tendrá mejores ingresos que compensarán lo invertido en la compra de combustibles.
Fuente: El Deber
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