“Bolivia cortó el 30% de nuestro gas [natural] para entregar a Argentina. ¿Cómo actuó Petrobras también en este tema? Parece que todo está orquestado”, dijo el presidente a sus simpatizantes, el lunes (23/5), a la salida del Palácio da Alvorada.
Un recorte con las declaraciones fue publicado en las redes sociales oficiales de Bolsonaro en la mañana y tarde en la noche, luego de que el Ministerio de Minas y Energía (MME) anunciara la renuncia de José Mauro Coelho -el tercer expresidente de Petrobras en tres años y medio de gobierno.
Además de cuestionar la participación de Petrobras en la negociación con Bolivia, el presidente afirmó que la necesidad de reemplazar las importaciones bolivianas encarecerá el gas en el mercado brasileño.
“¿Quién pagará la cuenta? ¿Y quién será el responsable?”, preguntó el presidente, antes de asentir a la respuesta “Bolsonaro”.
“Es un negocio que parece, ya sabes, orquestado para favorecer exactamente a ya sabes quién”, comentó.
Bolivia y Argentina se alinean; Brasil se aísla
Argentina, de Alberto Fernández, y Bolivia, presidida por Luís Arce, vinculado al expresidente Evo Morales, tienen gobiernos alineados con el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, del PT, quien lidera las encuestas electorales para presidente hasta el momento.
Durante el fin de semana, Petrobras informó en una nota que está tomando las medidas pertinentes para cumplir el contrato con YPFB, la empresa estatal boliviana.
"Tal reducción de 30% no estaba prevista e implica la necesidad de importar volúmenes adicionales de gas natural licuado (GNL) para cumplir con los compromisos de suministro de Petrobras", dijo la empresa en un comunicado.
La semana pasada, la agencia epbr mostró cómo el acuerdo Bolivia-Argentina afecta el mercado de gas natural en Brasil. Bolivia aumentó este mes las exportaciones de gas natural a Argentina y, en las últimas semanas, inició un corte parcial del suministro a Brasil, para cumplir nuevos compromisos con Buenos Aires.
La expectativa es que la reducción en el suministro de gas boliviano alcance alrededor de 6 millones de metros cúbicos por día (m³/día), lo que llevó a Petrobras a retroceder en las negociaciones sobre los nuevos términos de los contratos de suministro con las distribuidoras estatales de gas por cañería.
Para Argentina, recurrir al gas boliviano era una alternativa a los altos precios del GNL en el mercado internacional, situación agudizada por los efectos de la guerra en Ucrania.
El país necesitaba urgentemente asegurar volúmenes de gas para satisfacer la demanda de calefacción durante el invierno. El ahorro estimado por el gobierno argentino de Alberto Fernández, con el acuerdo con Bolivia, es de US$ 769 millones, el equivalente a importar 14 buques de GNL.
Bolivia ha mantenido estrechas relaciones con Argentina, el país donde el expresidente boliviano Evo Morales se refugió en 2019 después de renunciar en medio de crecientes tensiones con los opositores. En 2020 regresó a su país de origen, luego de que se confirmara la victoria del socialista Luis Arce, exministro de Evo, en las urnas.
El alineamiento entre Fernández y Arce contrasta con la distancia diplomática asumida por el gobierno de Jair Bolsonaro con los dos países vecinos.
Según un ejecutivo argentino, las conversaciones con Bolivia se realizaron de manera discreta para evitar problemas con el gobierno brasileño.
“Bolivia no tiene suficiente gas para cumplir con los dos contratos. Por razones políticas decidió favorecer a Argentina”, dijo la fuente. “Había una expectativa de que Bolivia pudiera aumentar la producción en los próximos meses. Eran muy optimistas sobre algunos descubrimientos, pero las predicciones no se hicieron realidad”.
Fuente: Epbr