En las próximas semanas Bolivia tendrá más de 3.500 MW de capacidad instalada, pero muy dependiente del gas. Exportar electricidad aliviaría la subvención
Bolivia duplicó la capacidad de su parque generador, lo que plantea la interrogante de a dónde enviar la electricidad de las nuevas plantas, considerando el ya cómodo margen de reserva del país. En las próximas semanas, contará con una capacidad instalada de más de 3.500 megavatios (MW) para la generación eléctrica, aunque el consumo es de 1.600 MW.

La puesta en marcha de tres parques eólicos en Santa Cruz (Warnes, San Julián y El Dorado) aportará 108 MW al Sistema Interconectado Nacional (SIN). Hasta 2020, la capacidad instalada era de poco más de 3.300 MW, según la Autoridad de Fiscalización de Electricidad y Tecnología Nuclear (AETN), a lo que se debe sumar el ingreso de la segunda fase de la Planta Solar Oruro, que completó 100 MW, en febrero de este año.

El presidente de la Cámara Boliviana de Electricidad (CBE), Miguel Castedo, dijo que efectivamente se dispone de instalaciones de generación que cubren por demás la demanda actual, incluso la de los próximos años, “razón por la que se puede concluir que la sobreoferta podría ser exportada a otros mercados, sin poner en riesgo el suministro de electricidad del país. Por supuesto, la política de exportación debe ir acompañada de instalaciones de transmisión y, principalmente, de acuerdos con los países vecinos”, sugirió.

Fuente: El Deber

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