FUENTE: CAMBIO
El legislador señaló que la recuperación de los hidrocarburos fue fundamental y altamente beneficiosa porque permitió al Estado administrar sus recursos naturales. En contacto con radio Patria Nueva, el viceministro de Planificación y Desarrollo Hidrocarburífero, Carlos Quispe, resaltó ayer que como resultado del control de la cadena de hidrocarburos, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) dignificó al país y pasó a convertirse en referente en Suramérica por su nivel de rentabilidad.
Según el análisis de la revista internacional América Economía, de las 500 compañías más grandes de América Latina, YPFB se sitúa en el sexto lugar con mayor crecimiento en utilidades. “YPFB se sitúa en el sexto peldaño entre las 500 en mejorar su utilidad Ebitda (beneficio bruto de explotación antes de la deducibilidad de los gastos financieros), con 34,4 millones de dólares con respecto a 2016, cuando llegó a 290 millones de dólares”, resaltó el director de América Economía, Guillermo Prömmel Querejazu, en julio.
De acuerdo con el legislador Borda: “El proceso de la nacionalización trajo transparencia no solamente respecto a las reservas de gas, sino también al manejo económico de los recursos provenientes de la explotación de los hidrocarburos en el país”. Añadió que las reservas en Bolivia se potenciaron gracias a las fuertes inversiones en exploración y explotación de países como Rusia, con el cual el presidente Evo Morales firmó acuerdos en junio por $us 1.220 millones. Actuales reservas de gas En julio de 2017, el ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez, afirmó que los gobiernos de corte neoliberal mintieron al presentar reservas de gas por 27,7 trillones de pies cúbicos (TCF, por sus siglas en inglés) con la única finalidad de favorecer a las empresas petroleras en las bolsas de valores. Según los datos de YPFB, hasta el 31 de diciembre de 2009, la firma estadounidense Ryder Scott certificó 9,94 TCF de reservas probadas de gas en Bolivia; cuatro años después, hasta el 31 de diciembre de 2013, la compañía canadiense GLJ Petroleum Consultants reveló la existencia de 10,45 TCF.
En la actualidad está en curso una nueva certificación a cargo del consorcio Sproule International Limited para cuantificar las reservas de hidrocarburos hasta el 31 de diciembre de 2017. Al respecto, el viceministro de Planificación y Desarrollo Hidrocarburífero informó que a finales de este mes se conocerán los resultados de la actual cuantificación. “Con toda seguridad se hará conocer a los bolivianos a cuánto llegan las reservas que tenemos con los respaldos que corresponden y de acuerdo con la normativa. Despejaremos las especulaciones y mentiras de los opinadores del gas”, indicó la autoridad.
En septiembre de 2017, el ministro Sánchez manifestó que las actuales reservas garantizan el abastecimiento interno y externo hasta 2032 y mucho más si se toma en cuenta el ingreso de nuevos volúmenes con futuros proyectos de exploración. Indicó que las reservas estarían en más de 10 TCF y que en los últimos 11 años (2006-2016) se habría restituido el consumo de unos 6 TCF.
El legislador señaló que la recuperación de los hidrocarburos fue fundamental y altamente beneficiosa porque permitió al Estado administrar sus recursos naturales. En contacto con radio Patria Nueva, el viceministro de Planificación y Desarrollo Hidrocarburífero, Carlos Quispe, resaltó ayer que como resultado del control de la cadena de hidrocarburos, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) dignificó al país y pasó a convertirse en referente en Suramérica por su nivel de rentabilidad.
Según el análisis de la revista internacional América Economía, de las 500 compañías más grandes de América Latina, YPFB se sitúa en el sexto lugar con mayor crecimiento en utilidades. “YPFB se sitúa en el sexto peldaño entre las 500 en mejorar su utilidad Ebitda (beneficio bruto de explotación antes de la deducibilidad de los gastos financieros), con 34,4 millones de dólares con respecto a 2016, cuando llegó a 290 millones de dólares”, resaltó el director de América Economía, Guillermo Prömmel Querejazu, en julio.
De acuerdo con el legislador Borda: “El proceso de la nacionalización trajo transparencia no solamente respecto a las reservas de gas, sino también al manejo económico de los recursos provenientes de la explotación de los hidrocarburos en el país”. Añadió que las reservas en Bolivia se potenciaron gracias a las fuertes inversiones en exploración y explotación de países como Rusia, con el cual el presidente Evo Morales firmó acuerdos en junio por $us 1.220 millones. Actuales reservas de gas En julio de 2017, el ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez, afirmó que los gobiernos de corte neoliberal mintieron al presentar reservas de gas por 27,7 trillones de pies cúbicos (TCF, por sus siglas en inglés) con la única finalidad de favorecer a las empresas petroleras en las bolsas de valores. Según los datos de YPFB, hasta el 31 de diciembre de 2009, la firma estadounidense Ryder Scott certificó 9,94 TCF de reservas probadas de gas en Bolivia; cuatro años después, hasta el 31 de diciembre de 2013, la compañía canadiense GLJ Petroleum Consultants reveló la existencia de 10,45 TCF.
En la actualidad está en curso una nueva certificación a cargo del consorcio Sproule International Limited para cuantificar las reservas de hidrocarburos hasta el 31 de diciembre de 2017. Al respecto, el viceministro de Planificación y Desarrollo Hidrocarburífero informó que a finales de este mes se conocerán los resultados de la actual cuantificación. “Con toda seguridad se hará conocer a los bolivianos a cuánto llegan las reservas que tenemos con los respaldos que corresponden y de acuerdo con la normativa. Despejaremos las especulaciones y mentiras de los opinadores del gas”, indicó la autoridad.
En septiembre de 2017, el ministro Sánchez manifestó que las actuales reservas garantizan el abastecimiento interno y externo hasta 2032 y mucho más si se toma en cuenta el ingreso de nuevos volúmenes con futuros proyectos de exploración. Indicó que las reservas estarían en más de 10 TCF y que en los últimos 11 años (2006-2016) se habría restituido el consumo de unos 6 TCF.