Así como 2019 fue el año del colapso del sistema eléctrico nacional, 2020 ha sido el de la debacle petrolera, que se evidencia principalmente en la crisis de gasolina que se ha hecho sentir desde marzo y abril, pero que se avizoraba desde enero cuando se paralizó por completo la producción en el Complejo de Refinación Paraguaná. Allí se ubican las refinerías de Amuay y Cardón, las únicas que se mantenían activas en Venezuela.