El ataque incendiario la madrugada del domingo al predio industrial donde se edifica la central hidroeléctrica Rulcahue, en la región del Biobío, en el sur de Chile, que dejó destruidos más de medio centenar de camiones y maquinaria diversa, paralizando la obra, provocó la reacción vehemente del gobierno de China, pues el proyecto pertenece a capitales del país asiático.