Una de las banderas del presidente electo, Gustavo Petro, es dejar atrás la economía extractiva, lo que pasa por terminar, eventualmente, la exploración y producción de petróleo. Uno de sus ejes de campaña fue el no rotundo al fracking, por lo que una de las dudas ahora es qué pasará con los pilotos, especialmente con los dos contratos que ya están firmados.