La escasez de diésel golpea con fuerza a Cochabamba, donde las filas en surtidores se extienden por varias cuadras y los transportistas denuncian esperas de hasta tres días para acceder al carburante.
Ante esta situación, el transporte pesado se declaró en emergencia y exigió al Gobierno flexibilizar la importación de combustible.
Fuente: La Razón
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