La reciente auditoría a los estados financieros de Petroperú, correspondiente al ejercicio fiscal 2024, ha dejado en evidencia la frágil situación financiera de la empresa. Según el informe de PricewaterhouseCoopers (PwC), la petrolera estatal registró pérdidas netas por US$ 773,9 millones en 2024, sumadas a un capital de trabajo negativo estimado en US$ 1.900 millones, lo que genera incertidumbre material sobre su capacidad de seguir operando en el corto y mediano plazo.
A pesar de que PwC otorgó una opinión “limpia” desde el punto de vista contable —es decir, los estados financieros reflejan razonablemente la situación de la empresa conforme a las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF)—, la auditora incluyó un párrafo de énfasis que destaca los serios riesgos operativos y financieros que enfrenta Petroperú. El principal de ellos está relacionado con la planta de Flexicoking (FCK), que aún no entra en operación y cuyo desempeño es clave para mejorar los márgenes de refinación de la Refinería de Talara.
Riesgos estructurales y urgencia de reformas
El informe también advierte que Petroperú depende de la renovación de sus líneas de crédito revolventes para mantener su liquidez operativa. La empresa ya arrastra una deuda importante y los costos financieros continúan siendo una carga pesada. Además, su desempeño comercial se ve afectado por la fuerte competencia en el mercado interno de combustibles, así como por los constantes problemas en el Oleoducto Norperuano, cuya paralización recurrente en 2024 provocó pérdidas por US$ 58,6 millones.
En paralelo, el Ministerio de Economía y Finanzas ha señalado que no contempla un nuevo rescate financiero, pero sí “soluciones estructurales” para evitar que Petroperú siga acumulando pasivos insostenibles. Estas soluciones podrían incluir una reestructuración organizacional, una eventual privatización parcial o la entrada de socios estratégicos.
¿Qué está en juego?
La continuidad operativa de Petroperú no solo tiene implicancias financieras, sino también estratégicas: la empresa es un actor clave en el abastecimiento de combustibles del país, y su debilitamiento compromete la estabilidad energética nacional. El éxito del Flexicoking, la reducción de costos operativos y una mejor gestión del portafolio de activos son, por ahora, los principales pilares para evitar un colapso.
Fuente: Revista Economia