Se publica el borrador del decreto regulador del biometano. Petrobras aboga por la austeridad y busca simplificar el proyecto SEAP. CMSE anticipa centrales térmicas y más. Consulte: Petrobras ha entrado en la competencia por clientes en el mercado libre de gas natural en segmentos industriales que la empresa estatal no había explorado previamente (cerámica y pulpa y papel) y ha prometido ser más agresiva en su disputa con los comercializadores privados.
A la vez que apuesta por su política de primas de incentivo a la demanda, la empresa estatal espera ser más competitiva mediante la reorganización de las tarifas de transporte, un tema que se debate en la agenda prioritaria del Comité de Monitoreo del Sector del Gas Natural.
Esta semana, el director de Transición Energética y Sostenibilidad de Petrobras, Maurício Tolmasquim, abogó por la igualdad con la competencia en la distribución de los costos de uso del sistema de gasoductos. Considera que este factor, sumado al inicio de las operaciones de la unidad de procesamiento del Complejo Boaventura (anteriormente Comperj) y el lanzamiento de nuevos productos, contribuirá a mejorar el rendimiento de la compañía. "Hemos estado conversando, presentando datos y explicando, y esperamos tener una tarifa de transporte más económica. Esto solo aumentará la posibilidad de ofrecer un mejor precio al mercado libre", declaró Tolmasquim, quien deja su cargo. Abordó el tema al ser preguntado sobre el deterioro de los indicadores de rentabilidad del negocio de Gas y Energía Baja en Carbono en el primer trimestre de 2025, reflejo de la combinación de una mayor competencia y el fin de los contratos termoeléctricos en el mercado regulado. A continuación, Gas Week se centra en el debate sobre la igualdad en los costos de transporte y analiza sus posibles efectos en el sector; además, presenta un análisis de la participación de Petrobras en el mercado libre. Repartiendo el pastel Tolmasquim afirmó que los competidores de Petrobras actualmente pagan una tarifa de transporte "inferior a la que debería" al dividir los costos del sistema.
En resumen: las empresas de transporte tienen derecho a un Ingreso Máximo Permitido. Antes de la apertura del mercado, este se financiaba únicamente mediante contratos con Petrobras. Con la entrada de nuevos agentes, el tamaño del pastel no cambió, pero sí su reparto. Los ingresos obtenidos por la contratación de capacidad de terceros se descuentan de lo que debe pagar la empresa estatal.
Cuanto más pagan otros agentes por el sistema, menos paga Petrobras y viceversa. Las tarifas de transporte que paga el mercado se calculan con base en escenarios de referencia que, en opinión de Petrobras, no tienen relación con la dinámica actual de uso del sistema.
Y dado que la empresa estatal es quien cubre la diferencia entre los montos pagados por los competidores y los ingresos que las transportistas tienen derecho a recibir, la petrolera entiende que termina teniendo que asumir un costo sobreestimado que la deja en desventaja competitiva. “Terminamos pagando una diferencia que, en nuestra opinión, es mayor de lo que debería pagarse”, resumió Tolmasquim.
Se trata de una desventaja relativa, ya que los competidores solicitan medidas para reducir la posición dominante del agente y se quejan, en esta disputa, de los costos de acceso a la infraestructura operada por la empresa estatal en los demás eslabones de la cadena (salida y procesamiento).
Cómo llegamos a esta situación. Para comprender mejor la situación, es necesario revisar los contratos heredados: aquellos firmados por Petrobras y las transportistas (que eran sus filiales) antes de la implementación del régimen de contratación de entrada-salida y antes de la privatización de TAG y NTS.
Existen varios contratos, que vencen entre 2025 y 2033, y que constituyen la base de los ingresos de las transportistas. Hasta su terminación, Petrobras, como transportista original del sistema, contrató la totalidad de la capacidad disponible de la red de gasoductos de NTS y TAG. Tras comprometerse con el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) a abrir el mercado, la empresa firmó el Acuerdo de Reducción de Flexibilidad con TAG (en 2021) y NTS (en 2022).
Los contratos heredados otorgaron a la empresa estatal una amplia flexibilidad para inyectar y extraer gas de la red, y la empresa estatal tuvo que indicar sus necesidades para liberar la capacidad restante disponible al mercado. Sin embargo, en este acuerdo, se preservaron los ingresos de los transportistas y Petrobras asumió la posición de principal deudor de la reserva de capacidad del sistema. No utiliza la capacidad máxima reservada en todo momento, sino que la paga.
Un contrapunto presente en esta discusión es que Petrobras, al privatizar los transportistas, fijó el precio de este costo al valor al que recibidos por los activos.
Fuente: Axis