La iniciativa de gran escala inicia su evaluación ambiental con miras a producir combustibles limpios desde Magallanes, impulsando empleo, innovación y sostenibilidad nacional.
Este lunes se concretó un paso clave para el desarrollo de las energías limpias en Chile: el Proyecto de Producción de Hidrógeno y Amoníaco Verde – H2 Magallanes ingresó oficialmente al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) mediante la presentación de su Estudio de Impacto Ambiental (EIA). La iniciativa, ubicada en la comuna de San Gregorio, Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, considera una inversión total estimada de US$16.000 millones, lo que la posiciona como una de las más relevantes en su tipo a nivel global.

El proyecto contempla la generación de energía a partir de un parque eólico de 5.000 MW, compuesto por 616 aerogeneradores, para la producción de hidrógeno verde mediante electrólisis. Posteriormente, ese hidrógeno será combinado con nitrógeno para producir 1,9 millones de toneladas de amoníaco verde al año, que será exportado al mundo desde un moderno terminal marítimo. Todo el proceso se llevará a cabo utilizando agua de mar desalada y desmineralizada, en línea con los más altos estándares de sostenibilidad ambiental. “Esta presentación del EIA marca un paso clave para nuestra compañía, pero el camino recién comienza. Ahora iniciaremos el proceso de evaluación, responderemos a las observaciones de las autoridades y la ciudadanía, y trabajaremos para obtener la calificación ambiental. La competencia internacional es intensa, y mejorar nuestra competitividad y atractividad como país es fundamental para avanzar”, afirmó Antoine Liane, gerente general de TotalEnergies H2 Chile, empresa a cargo del proyecto.

H2 Magallanes no solo es un desarrollo estratégico para enfrentar la crisis climática, sino también una fuente de progreso regional y nacional. Se estima que, durante su construcción y operación, el proyecto podría generar hasta 10 mil empleos directos e indirectos, que impulsarán la innovación tecnológica y fortalecerán la cadena de valor del hidrógeno en el país. Todo ello, en diálogo permanente con las comunidades locales, considerando sus inquietudes, saberes y necesidades.

Seis grandes áreas El proyecto se organiza en seis grandes áreas: generación y transmisión eléctrica; producción y transporte de hidrógeno; planta desaladora; conversión y almacenamiento de amoníaco; infraestructura portuaria; y obras auxiliares como campamentos, caminos, polvorines y una fábrica de torres de concreto. Además, incluirá una central de respaldo a gas convertible a hidrógeno y un sistema de almacenamiento de energía BESS. El desarrollo de H2 Magallanes se alinea con los objetivos de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde lanzada por el Gobierno de Chile en 2020, y representa un paso decisivo para que el país se consolide como un polo exportador de energías limpias, especialmente hacia mercados europeos y asiáticos que ya demandan combustibles alternativos de baja huella de carbono.

Con una fecha estimada de inicio de obras para enero de 2027 y una vida útil proyectada de 25 años, H2 Magallanes es una apuesta de largo plazo que busca posicionar a Chile como un referente mundial en innovación energética, transición justa y desarrollo sostenible.

Fuente: EI