La continuidad de Angra 3 o la inserción de más proyectos nucleares podrían significar un suministro energético más seguro y económicamente más favorable que la llegada de la energía eólica marina en Brasil, prevista para 2030. La perspectiva fue presentada por el primer vicepresidente de la Asociación Antônio Muller, empresa brasileña de energía nuclear, que señaló precios de R$ 600/MWh para los aerogeneradores en el mar, mientras que la estimación de Eletronuclear para el segmento que controla rondaría los R$ 500/MWh.
“Angra 3 puede entrar cada vez más a la matriz y es necesario discutir otras fuentes con mayores costos que la nuclear y que están entrando a la matriz”, destacó el ejecutivo este martes 21 de noviembre, durante el primer panel del Seminario Internacional de Energía Nuclear. , que se desarrolla en Río de Janeiro hasta el próximo jueves 23. El proyecto de la planta sufrió sucesivas interrupciones a lo largo de décadas, la última en 2015, debido a las denuncias de corrupción descubiertas en la Operación Lava Jato.
Después de que el gobierno señalara en agosto que la reanudación de las obras no es una prioridad del Programa de Aceleración del Crecimiento, en octubre, el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, declaró que era necesario continuar con la planta, que deberá pasar por estudios de viabilidad. técnico y económico-financiero. Eletronuclear está a punto de lanzar un aviso internacional, que espera una decisión más firme del gobierno para la planificación estatal, con más estudios de la Energy Research Company sobre la necesidad real de la energía nuclear.
“Ahorraríamos R$ 6 mil millones si Angra 3 existiera durante la última crisis hídrica, en lugar de activar las centrales térmicas tradicionales”, señala el presidente de Eletronuclear, Eduardo Grand Court, destacando que la tecnología y la ingeniería nacionales mantuvieron las condiciones para reanudar los trabajos para entrega de la planta.
El ingeniero de la ENBPar y ex presidente de la empresa nuclear estatal, Leonam Guimarães, comentó en el evento que varios proyectos marinos están siendo abandonados en todo el mundo debido a la infraestructura de apoyo en términos de buques especializados que aún no existen, clasificando a los así. denomina nivelación de costes por fuente, el “Lcoe”, como el gran enemigo de la energía nuclear al no considerar y valorar los puntos positivos de la fuente. “La vida útil es de 60 a 80 años, mientras que una planta de gas dura 30 años, además de tener un gran factor de capacidad sin depender de una cadena de suministro de combustible que tampoco está incorporada”, pondera. Por su parte, el presidente de Nuclep, Carlos Henrique Seixas, destacó la importancia de la planificación y prioridad para el programa nuclear, y que la corporación viene trabajando para tener un precio de mercado, destacando la ventaja en algunas competencias en otros sectores al mostrar-si competitivo. “No podemos poner la ineficiencia del Estado a lo largo de los años como un costo en MWh, debido a la paralización de las obras en Angra 3. No se puede culpar y cargar esto en la factura del consumidor”, añade Seixas.
Desafíos En el discurso del Jefe de Gabinete de la Presidencia de EPE, Gustavo Cerqueira, el foco inicial estuvo en las consideraciones internacionales de que no habrá NetZero 2050 sin energía nuclear, y que en promedio estos proyectos se retrasan 36 meses, lo que plantea un desafío global y no exclusivo de Brasil. Citó países como Irán, Argentina, Eslovenia y Rusia, y que entre los desafíos está la necesidad de una madurez de los proyectos basada en un proceso de aprendizaje, importante para la previsibilidad y la reducción de costos, además de metodologías diseñadas para capturar y valorar las externalidades desde la fuente. .
“Podemos secuenciar proyectos en un cronograma para capturar ganancias de escala y aprendizaje, reducir costos y traer sinergias al SIN y a la industria del calor, créditos de carbono, hidrógeno, entre otros”, evalúa. Sin embargo, en el último PDE 2031, la indicación de planificación es solo una central nuclear más, cuestión cuestionada en el evento por el presidente de Aben, John Forman, ya que construir una sola unidad implica costes elevados en toda la cadena de suministro.
Para el ejecutivo, el sector necesita lidiar con una regulación compleja y difícil de entender, lo que genera retrasos y aumento de costos reales e imputados, al mismo tiempo que la gran apuesta para el país parecen ser los pequeños reactores modulares tipo PMR. ., buscando determinar un mercado que pueda encajar en otras formas de energía que se subastarán, pudiendo escalar y resolver el problema nuclear en su nueva forma.
“El combustible para esto aún no existe, pero tenemos mucha capacidad, y Labgene está ganando parte de esta experiencia”, destaca, destacando también que este tipo de proyecto necesitaría alrededor de 300 colaboradores para su correcto funcionamiento, en profesionales que necesitan formarse. Hablando de Labgene, Amazul está desarrollando un pequeño reactor para la Marina, más complejo que el de energía nuclear. El contrato con Nuclep prevé la embarcación (cilindro) y las estructuras de contención interna donde se montará el equipo, además del tanque de blindaje primario.
En las próximas fases, la unidad, los turbogeneradores, el motor eléctrico y otros sistemas similares a los de un submarino de propulsión nuclear se probarán de forma controlada en el laboratorio. El objetivo es validar el funcionamiento del reactor y de los distintos sistemas electromecánicos integrados en él, antes de su instalación en el submarino de propulsión nuclear. “La realidad del sector es de integración para poder convencer al público y a la población en general, y así motivar aún más el desarrollo de la industria nuclear nacional”, concluye el presidente de Amazul, Newton Costa Neto.
Fuente: Canal Energia