Junto con las inversiones en la eficiencia del uso de materiales, el aumento del reciclaje, la aplicación de bioenergía y las soluciones de captura y almacenamiento de carbono, la sustitución del carbón por hidrógeno verde está en condiciones de alinear la industria del acero con los objetivos globales para limitar el calentamiento global del planeta a 1,5 °C. .
Más que eso: abre una ventana de oportunidad para que los exportadores de hierro se conviertan en proveedores de materias primas ecológicas. Brasil es uno de ellos.
Segundo mayor exportador de mineral de hierro, Brasil (22%) está solo detrás de Australia (53%) y se encuentra en una posición ventajosa en relación con los otros tres proveedores internacionales más relevantes: Sudáfrica (4%); Canadá (3%) y Ucrania (3%).
El estudio (.pdf) destaca al país sudamericano como el de mayor capacidad de producción de hidrógeno verde, dada la alta renovabilidad de su matriz eléctrica y el potencial de crecimiento en capacidad solar y eólica.
La recomendación del grupo de expertos es que, en lugar de tratar de exportar combustible, países como Brasil deberían prepararse para invertir en "hidrógeno incorporado" en forma de hierro y acero verde.
"Las exportaciones de hierro verde brindarán nuevas oportunidades para los países que planean exportar hidrógeno renovable o bajo en carbono, creando más empleos a nivel nacional y permitiendo a los países capturar una parte adicional de valor agregado de la cadena de valor de la fabricación de acero", explica el informe.
Este giro clave hacia el comercio internacional de productos con mayor valor agregado podría apalancar el valor de las exportaciones en un 18% y el mercado laboral local en un 16%, muestra el análisis.
Fuente: Agência epbr