La inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) de Vaca Muerta y el retorno de las exportaciones de petróleo a Chile ayudarán a aflojar tensiones sobre el dólar en el segundo semestre del 2023 y permitirán que el Gobierno agilice los permisos de importaciones mediante el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) y el pago de servicios (SIRASE).
Son los dos anuncios más esperados en el sector de la energía, el que le permitirá al país revertir el déficit comercial y convertirlo en un superávit de miles de millones de dólares en el corto plazo, para eliminar uno de los principales factores que llevaron a la economía argentina a la inestabilidad y a tener un cepo al dólar desde el 2011. El GPNK de Vaca Muerta tendrá su inauguración el 20 de junio y sumará una capacidad de transporte de gas natural desde Neuquén a Buenos Aires por 11 millones de m3 diarios (MMm3/d) extra desde el 1 de julio, con el abastecimiento de Tecpetrol, Pampa Energía, PAE y Total Energies.
El martes próximo el Gobierno hará un mega acto de celebración del gasoducto, su obra más importante, que dará vuelta la matriz energética y posicionará al ministro de Economía, Sergio Massa, de cara al cierre de listas. Con el nuevo gasoducto, la sustitución de importaciones de combustibles (gasoil y fuel oil para generación eléctrica) rondará los 1700 millones de dólares en la segunda mitad del año. El cálculo tiene dos componentes variables, que son los precios internacionales y el consumo de gas. Tras uno de los otoños más cálidos de la historia y con la previsión del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de que el invierno no será tan frío, el ahorro podría ser mayor. Para Daniel Dreizzen, director de Aleph Energy, la cuenta le arroja un reemplazo de importaciones por u$s 1350 millones. Asimismo, el reinicio de las exportaciones de petróleo a Chile tras 16 años (desde 2007) de mantenerlas suspendidas abre un nuevo mercado para el shale oil de Vaca Muerta, con YPF y Vista como líderes.
YPF empezó a principios de mayo con la venta de 41.000 barriles de petróleo por día a la Empresa Nacional del Petróleo ENAP) de Chile para probar el Oleoducto Trasandino (Otasa), y desde mediados de este mes el país enviará al otro lado de la Cordillera de los Andes unos 70.000 bpd, cifra que podría alcanzar los 110.000 bpd hacia fin de año. A un precio promedio de 60 dólares por barril, las exportaciones podrían superar los 800 millones de dólares de julio a diciembre. La balanza comercial energética cerrará este año con sus cuentas en equilibrio, tras un 2022 con un déficit de u$s 4400 millones. Y ya para el 2024, solo el gasoducto de Vaca Muerta y las exportaciones a Chile sumarían u$s 5600 millones (sin contar ventas de gas, que serían otros u$s 600 a u$s 1000 millones), mientras que crecerán también los envíos de petróleo al exterior por barcos a través de Bahía Blanca.
Con todo, esas divisas podrían agilizar pagos al exterior de insumos esenciales y fletes para continuar la producción y atenuar la caída de la actividad económica en los meses de las elecciones. A medida que el impacto de la sequía y los vencimientos de deuda externa de la Nación, provincias y empresas restan disponibilidad de dólares se fue frenando la aprobación de SIRAs, que se habilitan casi exclusivamente para medicamentos y comercio (más del 35% cada una en las últimas semanas, según reportes privados).
Fuente: Cronista