Un dirigente de los cañeros del norte informó que el Gobierno planteó en principio que la cantidad de combustible por hectárea producida debía ser de 80 litros, cuando lo que se requiere son unos 150 litros.


Un nuevo reglamento y un nuevo estudio de consumo definirán los volúmenes de diésel que próximamente recibirá el agro nacional para continuar con la producción de alimentos y para que no se debilite la seguridad alimentaria del país.

Tras reclamos constantes, un tractorazo y un bloqueo de tres días, agricultores movilizados firmaron con el Gobierno un acta de siete puntos en la que se reconoce que la venta de combustible para la producción de caña, soya y granos continuará enmarcándose en el Decreto 2243 (de 2015), que permite a los surtidores vender a los productores registrados de 121 a 1.200 litros de diésel por transacción, sin ponerle un límite a la cantidad mensual de compras.

Fuente: El Deber

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