La empresa estatal busca reducir a la mitad los costos de una producción de energía hidráulica que ha caído a causa de la sequía.
La empresa estatal UTE, decidió desde el pasado 4 de febrero la importación de energía eléctrica proveniente de Brasil, buscando así reducir a la mitad los costos de una producción de energía hidráulica que se han visto afectados por causa de las escasas lluvias que han ocasionado la emergencia agropecuaria por déficit hídrico. Desde la compañía estiman un ahorro cercano a los 800.000 dólares diarios.

De haber disponibilidad, el costo de adquirir energía eléctrica brasileña es más barato a comparación de los costos productivos de las centrales nacionales. Así, se concretó la compra de potencia plana por casi 500 megavatios —la capacidad conversora de Melo (Cerro Largo)—, a un precio de casi 58 dólares por megavatio-hora.

El MGAP ya otorgó 2,4 millones de dólares en préstamos a productores afectados por la sequía en Uruguay. Informate más UTE facilitará el pago del servicio a los productores afectados por la sequía La presidenta de UTE, Silvia Emaldi, comentó ante la prensa que con esta compra “queda garantizado el suministro” en zonas puntuales del país, en donde la demanda interanual fue un 5% más alta en enero, frente al mismo mes del año pasado. Además, descartó un aumento en las tarifas.

El norte de Brasil está generando el excedente energético que compra Uruguay En Brasil, se vive actualmente una situación inversa a la realidad del Uruguay, ya que la gran cantidad de lluvias en el norte del país vecino, dieron lugar a este excedente energético, y puede ofertarlo a un precio muy inferior al de las centrales uruguayas.

En el correr de este año, el 20,7% de la demanda energética del país se abasteció por energía hidráulica, mientras que un 38,5% fue energía eólica, un 28% energía térmica, un 7,1% biomasa, un 4,7% solar , y un 1% la actual importación desde Brasil, según la Administración del Mercado Eléctrico (ADME).

La transferencia de energía se realiza por medio de la estación conversora Melo-Candiota, por una potencia de hasta 500 megavatios, además de la conversora de Rivera por otros 70 megavatios. Según Emaldi, tanto Argentina, Brasil y Uruguay, se encuentran “optimizando los costos del sistema en términos globales”, e indicó “toda vez que nos sea más barato importar que prender las térmicas, lo haremos”.

Fuente: Ambito