El Plan Decenal de Expansión Energética 2032 de la Empresa de Investigación Energética (EPE) prevé un crecimiento sustancial en el mercado de biocombustibles en diez años, con un progreso más significativo para el biodiesel. La entidad prevé un aumento de la demanda de biocombustible del 6,7% anual, hasta la producción de 12.000 millones de litros en 2032. Solo en 2023,
la demanda de biodiésel puede pasar de los 6.400 millones de litros actuales a los 9.500 millones de litros. Las proyecciones consideran el aumento de la mezcla obligatoria a diesel fósil de 10% a 15% este año.

Si el aumento del mandato no avanza y se mantiene en el 10% actual, la EPE prevé una demanda de biodiesel de 8.100 millones de litros en 2032. Si la mezcla se reduce al mínimo establecido por ley (6%), la demanda sería permanecer en 4.800 millones de litros en diez años. El plan también destaca el potencial de incluir otros biocombustibles en el ciclo del diésel, como el diésel verde y el diésel coprocesado.

En cuanto al futuro del etanol al 2032, la superficie cañera debe pasar de 8,2 millones de hectáreas a 9,2 millones de hectáreas, con ello, pronostica la EPE, la producción de caña de azúcar tenderá a subir a 751 millones de toneladas, destinándose el 56% de la materia prima a biocombustible El etanol registraría 36.100 millones de litros en 2032 de caña de azúcar (frente a 26.400 millones en 2022). La producción de maíz debería avanzar a 9.100 millones de litros en 2032 (frente a 4.300 millones en 2022). La participación del etanol en el ciclo Otto (vehículos livianos) debería aumentar al 55% (en comparación con el 44% en 2022).

Según la EPE, la producción de azúcar tiende a aumentar un 2,5% anual y alcanzar los 45 millones de toneladas en 2032. Según el informe, Brasil deberá mantener su posición destacada en el mercado exterior del azúcar, siendo responsable por más del 40% del flujo de la mercancía en el comercio internacional. El segmento será impulsado por el crecimiento de la demanda de los países importadores (África y Asia).

La entidad también ve un potencial técnico para exportar energía a partir de biomasa de caña de azúcar que oscila entre 6,6 gigavatios promedio y 10,5 gigavatios promedio para 2032. Actualmente, el índice se ubica en 4,6 gigavatios promedio. El potencial de biometano de la caña de azúcar sería de 3.500 millones de Nm³ (metros cúbicos en condiciones estándar de temperatura y presión) en 2032, frente a unos 27.000 millones de Nm³ en 2022. % de la demanda de diésel A en el sector agropecuario”, señala la EPE en un informe.

Otros biocombustibles: el informe también pronostica la llegada de combustibles de aviación sostenibles (SAF), diesel verde (HVO) y combustibles alternativos para uso marino. Considerando la producción estimada para la biorrefinería Brasil BioFuels (BBF) para SAF y HVO, tecnologías aún inéditas, la EPE estima 200.000 m³ de SAF y 210.000 m³ para HVO en 2032.

Fuente: Broadcast