Plan Decenal indica crecimiento anual de 4,1% en la oferta total de biocombustibles para la próxima década; El etanol de caña de azúcar debería dominar la oferta en el país
La oferta brasileña de etanol alcanzará los 47 mil millones de litros en 2032, con una tasa de crecimiento del 4,1% anual, considerando la adición obligatoria de etanol anhidro a la gasolina, a una tasa del 27%, y la diferenciación fiscal entre los combustibles, muestra el Diez -Año Plan de Expansión Energética 2032 de la Empresa de Investigación Energética (EPE).

Según las proyecciones, la productividad total de los biocombustibles aumentará alrededor de un 1,4 % anual, alcanzando los 81 millones de toneladas de capacidad al final de la década 2022-2032.

Las estimaciones consideran ganancias significativas en la productividad por hectárea, con una posible expansión de 8,2 millones a 9,2 millones de hectáreas en áreas de plantación.

La zafra de caña de azúcar comprenderá 751 millones de toneladas de la generación total, destinadas tanto al etanol como al azúcar. La expectativa es que el 56% se reserve para la fabricación de etanol, un 1% más que en 2022 (55%).

La tasa de producción total de materia prima debería aumentar del 35% al ​​45%. El porcentaje equivale a un crecimiento del 2,5% anual.

Por lo tanto, el etanol de caña de azúcar debería mantener la participación mayoritaria en el suministro total de combustible, sumando 36,1 mil millones de litros para 2032; en 2021, el suministro fue de 26,6 mil millones en 2021.

La producción de etanol de maíz también debería impulsarse en los próximos años, pasando de 3300 millones de litros en 2021 a 9100 millones de litros en 2032.

Para el etanol lignocelulósico, derivado de biomasa, se proyectan 560 millones de litros en 2032. Al ser un biocombustible de segunda generación, utiliza una parte del bagazo y la paja producidos.

La demanda total de etanol alcanzará los 43 mil millones de litros, lo que representa un aumento del 4,2% anual durante la década.

La empresa pronostica una mayor competitividad de la hidratada frente a la gasolina, con “señales positivas provenientes de RenovaBio y mejoras en la productividad con las últimas inversiones en el sector.

Para el período, la proyección es de crecimiento en la fracción de combustible en el ciclo Otto, alrededor del 55% en 2032, con una participación de mercado de combustible hidratado en vehículos de combustible flexible alcanzando el 48%, en comparación con una participación del 32% en 2022.

Etanol 2G y bioelectricidad

Según la Unión de la Industria de la Caña de Azúcar y Bioenergía (Unica), en Brasil, el 80% de la bioelectricidad proviene de los residuos de la caña de azúcar. Son sustratos que componen los combustibles de segunda generación.

Según la planificación de la EPE, se espera para los próximos años una ampliación de la incorporación de combustibles de segunda generación, lo que garantizará el apoyo financiero a las industrias del sector asociadas a la bioelectricidad, frente a la estacionalidad de la producción de caña de azúcar.

Hoy, alrededor de 236 unidades sucroenergéticas comercializan energía a través de subastas; el número representa aproximadamente el 40% del total. Hasta octubre de 2022 se realizaron 64 eventos, con venta de energía proveniente de centrales sucroenergéticas en 32 de ellos.

En septiembre de 2022, la capacidad productiva de la biomasa de caña de azúcar alcanzó los 12,2 GW, lo que representa un aumento de más del 30 % con respecto a 2016.

Crece la demanda de países de África y Asia

EPE estima que Brasil exportará hasta 2.300 millones de litros de etanol y 45 millones de toneladas de azúcar en 2032. Uno de los factores impulsores es el crecimiento de la demanda de los países importadores, como África y Asia, por ejemplo.

“Brasil mantiene su posición destacada en el mercado exterior, siendo responsable por más del 40% del flujo de la materia prima en el comercio internacional”, afirma el informe.

En cuanto al potencial técnico de exportación de energía a través de biomasa, la variación va desde 6,6 GW promedio hasta 10,5 GW promedio al final del decenio.

Entre las tendencias del mercado para los próximos años está la apuesta por aumentar el volumen de etanol comercializado en relación a los combustibles fósiles.

Según los estudios, con el avance de las políticas de fomento de la eficiencia energética y la promoción de las fuentes de energía, los biocombustibles fomentarán la seguridad —con la reducción de las emisiones de CO2— y la diversificación de la matriz.

Así, la competitividad de los combustibles hídricos frente a las gasolinas también crecerá, motivando más inversiones en unidades greenfield y existentes.

Sector intenta revertir exención de gasolina

A pesar de las proyecciones de crecimiento en el mercado del etanol, el actual escenario brasileño es desfavorable para la adquisición de biocombustibles.

En 2022, la reducción del ICMS contribuyó al aumento de los precios del etanol y resultó en una caída de 15,7% en las ventas con respecto a 2021, favoreciendo el consumo de gasolina. StoneX estimó un consumo total hidratado de 15.130 millones de litros en 2022, lo que representa una caída del 0,7%.

La reducción de impuestos terminó beneficiando al mercado de las gasolinas y con ello, el precio del etanol enfrentó una caída de 13%, lo que provocó que la paridad entre productos, en julio del año pasado, se ubicara en promedio en 68,9%.

El regreso del ICMS a inicios de 2023 era una expectativa de las distribuidoras del sector sucroenergético, que con las existencias abastecidas, le cobran al gobierno derrocar la MP 1157, medida que mantiene la exención de los combustibles.

Fuente: epbr