Petrobras anunció un aumento de 23 centavos por litro de gasolina para las distribuidoras, lo que equivale a un reajuste del 7,46%. Fue la primera decisión de la empresa estatal bajo el gobierno de Lula.
Para André Braz, el aumento de los surtidores debe ser menor, en torno al 5%, ya que la gasolina que se vende para consumo tiene una mezcla de 27% de alcohol anhidro, lo que impide el traslado total de la decisión de la petrolera a las refinerías.
El economista cree que al menos el 25% del impacto esperado en el IPCA ocurrirá este mes. La mayor presión estará en el índice de febrero.
“Por cada punto porcentual de aumento de la gasolina, el impacto en el IPCA es de 0,05 p.p. Considerando el resultado del IPCA-15 que vimos hoy, de 0,55%, el índice de enero debería ser como mínimo de 0,60% y el de febrero, cuando el mayor efecto del reajuste de Petrobras vendrá, ya tiene 0,20 puntos porcentuales contratados”, calcula el economista del Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas (FGV Ibre).
La mayor preocupación de André Braz con respecto a la inflación de este año son las incertidumbres fiscales.
Aún con el anuncio que hizo el Ministro de Hacienda, Fernando Haddad, con una estrategia para equilibrar las cuentas públicas, la implementación de las medidas es más difícil y necesita ser monitoreada. Dependiendo de cómo se lleve a cabo la política fiscal del gobierno, los precios administrados pueden verse afectados durante el año.
“La devolución de los impuestos federales sobre los combustibles ya está en el radar. Si es solo sobre la gasolina, tiene un impacto. Si es sobre el diesel, tiene un bien mayor porque encarece el proceso de producción con un efecto más generalizado. Además, está el desafío del tipo de cambio ante las incertidumbres”, advierte.
El economista recuerda que la previsión para el IPCA 2023 ya está en 5,83%, muy por encima de la meta de 3,25% y el techo de tolerancia del sistema.
Lo que puede ayudar a compensar las transferencias del tipo de cambio y la devolución de los impuestos federales sobre los combustibles es un buen resultado de la cosecha agrícola.
“Si la cosecha es generosa, puede enfriar los precios de los alimentos, que fueron los principales villanos de la inflación el año pasado. El índice de precios de los alimentos duplicó el IPCA completo de 2022. Con una cosecha mayor, se podrán compensar los precios administrados”, dijo.
Fuente: CNN Brasil