La expansión del sistema eléctrico brasileño debe demandar inversiones de R$ 60,7 mil millones en obras de transmisión de energía en el horizonte de 2023 a 2027, según estimaciones del Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS) difundidas este lunes (2).
De ese total, R$ 55,7 mil millones se refieren a nuevas obras, que se hacen necesarias ante el fuerte crecimiento de la generación eólica y solar fotovoltaica, especialmente en el Nordeste y en Minas Gerais, que exigen la disposición de los excedentes de energía para los demás subsistemas del Sistema Interconectado Nacional (SIN).

Las obras señaladas en el Plan de Operación Eléctrica de Mediano Plazo incluyen la construcción de alrededor de 16.000 km de nuevas líneas de transmisión y 34.000 megavoltioamperios (MVA) de capacidad de transformación adicional en subestaciones nuevas y existentes.

Estos compromisos suponen un incremento del orden del 10% en la longitud de las líneas de transmisión y del 9% en la potencia nominal instalada en transformadores de la Red Básica y la Red Básica Fronteriza, con relación a la red existente.

En el análisis regional, el ONS destacó que cinco estados concentran alrededor del 80% de las inversiones futuras: Bahia (R$ 13,6 mil millones), Minas Gerais (R$ 13,1 mil millones), Maranhão (R$ 10,3 mil millones), Goiás (R$ 8,5 mil millones ) y Piauí (R$ 4 mil millones).

Aún en el plan de mediano plazo, el ONS estimó que la carga eléctrica en el SIN alcanzará los 111 GW en 2027, un aumento de 18% frente a los 94,1 GW registrados en 2022. 208,4 GW al cierre de 2026, frente a la actual 186 GW.

El organismo también destacó la necesidad de resolver un cuello de botella creado por el "boom" de proyectos eólicos y solares tras la promulgación, en 2021, de una ley que puso fin a los subsidios a las fuentes renovables. Según el ONS, el gran volumen de proyectos de generación que buscan conectarse al sistema de transmisión ha hecho que los criterios actuales ya no sean adecuados.

Frente a eso, la ONS propuso un "cambio de paradigma" que favorezca la lógica económica, con la creación, por ejemplo, de una subasta para seleccionar los proyectos más promisorios que puedan ser efectivamente implementados.

La propuesta está en línea con el plan del Ministerio de Minas y Energía bajo la administración de Jair Bolsonaro, que en 2022 sentó las bases para una nueva licitación con este fin, pronosticando las primeras subastas para 2023.

Fuente: Agencia