La participación de las fuentes renovables en la matriz energética brasileña necesita crecer un 52% para que el país alcance la meta de reducir a cero las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero) para 2050. Así lo muestra un informe de CDP América Latina, basado en estudios de Cenergia.
Laboratorio de la Coppe-UFRJ (Instituto Alberto Luiz Coimbra de Estudios de Posgrado e Investigación en Ingeniería de la Universidad Federal de Rio de Janeiro). La proyección se refiere a una expansión de las fuentes renovables en la oferta doméstica del 48% actual al 73%.

Según el estudio, el consumo de gas natural aumenta en el escenario NetZero (emisiones cero) en 2050, en comparación con el escenario de referencia en 2020, porque tiene una mayor penetración de fuentes intermitentes, como la solar y la eólica. Por lo tanto, es necesario utilizar plantas termoeléctricas a gas natural de ciclo abierto, es decir, con operaciones flexibles, solo bajo demanda del sector eléctrico, para compensar la intermitencia en la generación. El consumo pasaría de unos 5 millones de metros cúbicos diarios a poco más de 6 millones.

Según el documento, esta medida, entre otras, ayudaría al país a evitar que se liberen a la atmósfera 21.000 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente. El estudio también indica que, por el lado de la agroindustria, el país necesita aumentar la participación de los sistemas integrados y agroforestales –en los que hay áreas de bosque nativo– de los 7 millones de hectáreas previstas en el escenario de referencia, a cerca de 18,3 millones de hectáreas.

En cuanto al transporte, el estudio establece que el sector debe reducir sus emisiones en un 36% para 2050 para lograr cero emisiones de GEI. Para ello, señala como dos estrategias principales a adoptar: la electrificación progresiva de los vehículos ligeros; y la sustitución de combustibles fósiles por biocombustibles, principalmente en vehículos pesados, como autobuses y camiones.

Fuente: Poder 360