El sector energético se vistió con sus mejores galas para festejar que la producción petrolera fue la más alta en 11 años. Sin embargo, las autoridades no pudieron garantizar que habrá gas suficiente para el próximo invierno.
Argentina necesita importar ese fluído durante los meses fríos, ya que la producción local no alcanza. Las importaciones son en dólares, que escasean.

Y los precios del GNL (el gas líquido que viene en barcos) hoy son cinco veces más caros que los de 2021. “Tenemos asegurados los fondos (para las importaciones) dentro de valores razonables.

Lo que pasa es que con esta volatilidad es muy dificil hacer futurología”, dijo el secretario de Energía, Darío Martínez. La diferencia entre los valores “razonables” del GNL y los de mercado -que están en niveles récord- son difíciles de calcular.

Pero en Energía hay mucha preocupación por la “volatilidad” de esos precios, por el temor de no poder pagarlos.

El funcionario le envió una nota al ministro de Economía, Martín Guzmán, donde decía que le habían asignado $60.000 millones a su área, pero que necesitaba más de $ 300.000 millones. El desacuerdo luego se saldó, explicó Martínez, una vez que el documento donde acusaba a Guzmán de un posible falta de gas ya había circulado.

A comienzos de año, el Gobierno estimaba que iba a necesitar $ 240.000 millones para seguir subsidiando el 70% de las boletas de gas. Pero -en ese momento- el GNL estaba por arriba de los 20 dólares por millón de BTU, que es la unidad de medida del sector. Tras la invasión rusa a Ucrania, ese producto superó los 50 dólares y ahora se estacionó en US$ 40: el doble de lo que estimaba el Gobierno.

“Los valores suben y bajan (...) no van a estar ni cerca de los valores que tuvo Argentina el año anterior, aunque lo estamos monitoreando constantemente”, expresó Martínez. El funcionario ató la evolución de esos indicadores a la geopolítica, “pero siempre dentro de valores altos (de productos energéticos)”.

Fue en el marco de Argentina Oil & Gas 2022, una exposición del sector, en el predio de exposiciones La Rural, donde la mayoría de las empresas dijo presente, con stands muy cui- dados y presencia de sus directivos. Martínez cuidó de no cruzarse con Guzmán.

El ministro de Economía almorzó al mediodía con los titulares de las principales empresas, mientras que Martínez se rodeó más de gobernadores y CEO durante la tarde, cuando ya empezaba a oscurecer.

Mientras esperaba su turno para hablar, Martínez estuvo flanqueado por Mariano Arcioni (gobernador de Chubut), Pablo González (presidente de YPF) y Marcos Bulgheroni (chairman de Pan American Energy) de un lado, y por Omar Gutiérrez -el gobernador de Neuquén, una poltrona que Martínez quiere ocupar desde 2023-, Sergio Affronti (CEO de YPF) y Marcelo Mindlin (accionista de Pampa Energía) del otro.

Argentina estimaba importaciones energéticas de US$ 1.000 millones para este año, pero los analistas presagian que el número podría ser mucho mayor, cercano a los US$ 5.000 millones.

El Gobierno no sabe cómo va pagar esa cuenta. Martínez recorre una senda delicada entre los funcionarios más cristinistas de su área (el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, y el interventor del Enargas, Federico Bernal) y Guzmán. Los “Federico” son proclives a más subsidios, mientras que Guzmán le prometió al FMI que subirá las tarifas. Los cortes de gas asoman como probables. Al menos, para las industrias.

La preocupación carcome al Poder Ejecutivo. Guzmán se comprometió a subir las tarifas de luz y gas más del 20% que ya está vigente desde marzo.

Poco antes de la exposición de Martínez, en La Rural andaban de festejo: YPF festeja este año su centenario y su CEO, Sergio Affronti, celebró haber alcanzado altos niveles de producción. En febrero, la producción de petróleo superó los 571.000 barriles diarios, el número más alto desde diciembre de 2011. Vaca Muerta es la que más aporta a ese crecimiento.

Fuente: Agencias