La diversificación en el uso de la caña de azúcar como fuente de energía limpia y renovable está ganando, cada día, un nuevo capítulo en la trayectoria de la industria cañera. Además de azúcar, etanol y bioelectricidad, la cartera de producción de las usinas del Nordeste incluirá próximamente el suministro de biogás y biometano, algo que se viene extendiendo en empresas de la región.
La iniciativa trae innovaciones de suma importancia para la seguridad energética del país y la reducción, en los sectores de electricidad y transporte, de las emisiones de gases de efecto invernadero. El biogás es una alternativa renovable para sustituir el gas natural, de origen fósil. En el sector eléctrico, en términos de logística y costos de producción, la versión “verde” del gas tiene numerosas ventajas comparativas. A diferencia de su competidor extraído del petróleo, el biogás se puede producir de forma capilarizada, utilizando como materia prima residuos agrícolas y urbanos. En el sector sucroenergético, su producción se da principalmente a través de la biodigestión de vinaza y cachaza, residuos del procesamiento industrial de la caña de azúcar.

Cabe señalar que, en el segmento rural, la promoción del biogás en el Nordeste ganará destaque como resultado de estudios técnicos entre Copergás y el Sindicato de la Industria Azucarera y Alcoholera del Estado de Pernambuco (Sindçúcar/PE). Esta agenda también es defendida por la Asociación de Productores de Azúcar, Etanol y Bioenergía (NovaBio), con miembros en once estados brasileños. La acción conjunta, que inicialmente involucra al menos 10 plantas, contará con la experiencia técnica de la consultora Datagro, encabezada por su reconocido presidente Plínio Nastari y su equipo.

Fuente: TN Petróleo

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